Introducción a "EL HOMBRE Y LA GENTE", de Ortega y Gasset

Por Javier Martínez Gracia @JaviMgracia

La sociedad no es una simple asociación de individuos que pacten hacer su vida en común, como proponía Rousseau. Ortega muestra cómo el individuo como ser responsable de sus actos es algo que aparece con posterioridad a la existencia de la sociedad. El “nosotros” incluso aparece antes que el “tú”, y el “tú” lo hace antes que el “yo”. Para empezar, el individuo es una entidad disuelta en su colectividad, y es ésta, a través de los usos sociales la que dirige su comportamiento. Por el contrario, la vida humana propiamente dicha, la que surge de decisiones meditadas y responsables es una vida que se forja en soledad, en el ensimismamiento que obliga a cuestionarse los comportamientos mecánicos que, como ocurre en el saludo, se realizan no porque entendamos su razón de ser, sino porque es lo que “se” hace, lo que hace “la gente”, y porque detrás de esos comportamientos hay una coacción social que empuja a realizarlos.