MuyFútbol retoma una sección un poco olvidada. En esta nueva entrega de “Introspección Táctica” analizaremos la radiografía completa de Gabriel Schurrer, entrenador de Lanús durante el último certamen y que ahora deberá buscar nuevos horizontes.
Trayectoria futbolística: aclamado en Lanús y Europa
De fuerte personalidad y carácter parco, el rafaelino dio sus primeros pasos en el equipo más importante de su ciudad natal: Atlético de Rafaela. No obstante, vistió la camiseta cremosa por poco tiempo ya que, cuando aún era un juvenil, Lanús lo cobijó e incorporó a sus divisiones inferiores. Lejos de su familia y amigos, el joven Gabriel comenzó su larga y fructífera trayectoria en el conjunto del Sur bonaerense.
Las buenas tareas dentro de los campos de juego catapultaron a Chucho hacia la Selección Argentina que disputó la Copa América 1995. A pesar de estar bajo la tutela de uno de sus referentes, como Daniel Passarella, el hombre de Lanús no participó demasiado en la Albiceleste.
“Había un equipo muy bueno y con grandes figuras que venían de Europa, aunque no tuvimos la mejor despedida”, recuerda con respecto a la eliminación en cuartos de final del torneo.
Su liderazgo enamoró a gran parte de los simpatizantes lanusences, quienes lloraron su partida hacia el Viejo Continente en el invierno del ‘96. Del otro lado del océano Atlántico, forjó un nombre respetado tanto en España como en Grecia. Racing de Santander, Unión Deportiva Las Palmas, Real Sociedad y Málaga fueron algunos de los clubes que lo sumaron a sus filas. Sin embargo, su mejor recuerdo tuvo lugar en Galicia: allí fue parte del recordado Deportivo La Coruña que conquistó la liga en 2000 y ganó el mote de “Súper Depor”.
Un fenómeno similar sucedió cuando emigró a la cuna de la civilización occidental. En el fútbol helénico, el ex zaguero se asentó en el poderoso Olympiakos y alcanzó dos campeonatos domésticos (2005 y 2006) y una Copa Griega (2005). Tras su exitoso paso, regresó a la península ibérica para defender los colores de la escuadra malaguista y abandonar la actividad.
Schurrer, uno de los responsables del timorato Lanús:
Tras colgar los botines, Schurrer decidió alejarse momentáneamente del fútbol para luego sí empezar su vida como entrenador. Y, en 2009, regresó a su casa más querida: Lanús lo fichó como director técnico del fútbol juvenil y rápidamente cosechó una alegría junto a la Quinta División, con la que obtuvo el campeonato de ese año.
“El día que Zubeldía deje de estar al mando del plantel, su sucesor será Schurrer”, anunciaba Nicolás Russo, presidente de la institución, en cada entrevista. Efectivamente fue así, ya que el pampeano se alejó del Sur el 15 de noviembre de 2010 y dio lugar a Schurrer. Durante su periodo, obtuvo satisfacciones desde el aspecto numérico, aunque la calidad de juego del conjunto granate decayó constantemente.
En el debut de Schurrer, Lanús derrotó a Tigre 2-0 (Apertura 2010):
El Clausura 2011 encontró a un Lanús protagonista y que finalizó segundo. El elenco logró redondear una grandísima campaña gracias a las actuaciones superlativas de Diego Valeri y Mauro Camoranesi, entre otros. Empero, ni esos resultados ni volumen de fútbol se retrataron en los torneos siguientes y ello provocó una tensión constante en el vestuario. Además, diferencias ideológicas entre el DT y algunos futbolistas influyeron en la recaída del equipo. De esta manera, el Grana perdió su identidad ofensiva y coronó una temporada 2011/2012 muy irregular. Solamente en Copa Libertadores el cuadro redondeó un papel destacable.
El afecto y cariño hacia el Schurrer jugador se habían transformado en repudio e insultos para el Schurrer técnico. La relación con la mayoría de los seguidores dio un vuelco enorme. Por otra parte, una serie de gesticulaciones violentas hacia varios plateistas también contribuyeron en el desgaste de la relación.
La prioridad: estructurado y contundente
Desde su aparición, Gabriel Schurrer siempre se mostró como un cultor del orden defensivo. Prioriza que sus equipos disfruten de estructuras férreas y compactas, por lo cual suele regalar la iniciativa al adversario. Además, considera a los balones detenidos como un recurso importantísimo para generar ocasiones de peligro.
“Me gusta que mis equipos jueguen como la Real Sociedad que yo integré. Defendíamos bien y éramos contundentes en ataque”, exclamo el santafecino luego de asumir como director técnico de Lanús. Y el cuadro sureño se desempeñó con esos preceptos, pero por el peso específico de sus futbolistas intentó mantener una postura ofensiva.
Schurrer y Sime, inseparables en el trabajo.
Su ayudante principal, Leandro Sime, posee una fuerte influencia en las decisiones tomadas. Discípulo de Carlos Ramaciotti, el asistente desarrolla un papel determinante en las decisiones del cuerpo técnico. Por ello, es usual verlo tomar medidas a lo largo de los encuentros.
Rosario despidió a Schurrer, quien hizo debutar a sólo siete juveniles en el primer equipo. Un frío empate contra Newell’s Old Boys significó la salida anticipada de un hijo pródigo de Arias y Guidi, quien no pudo cumplir su objetivo planteado cuando asumió: “Obtener logros con Lanús”.
El último compromiso de Schurrer al mando del Granate:
Ediciones anteriores:
Diego Simeone || Julio Falcioni || Blas Giunta || Claudio Borghi || Ricardo Caruso Lombardi || Rodolfo Arruabarrena || Jorge Sampaoli || Gerardo Martino || José Romero || Ricardo Gareca || Luis Zubeldía || Mauricio Pellegrino || Juan Antonio Pizzi || Alejandro Sabella || Gustavo Alfaro || Cristian Díaz || Sergio Batista