A días de haber comenzado el otoño, la lluvia y temporal de esta madrugada volvieron a poner en primera plana los verdaderos problemas que tiene una gran parte de la ciudad autónoma de bs as, que pueden extenderse al resto de la provincia donde también padece la falta de obras de infraestructura puntual, para que actúe como factor de prevención ante estos fenómenos climatológicos, los cuales irán aumentando con el correr de los meses. Es que en estas circunstancias es cuando se pone al desnudo la mentira, la desidia y la corrupción de las administraciones que siempre prometieron hacer cosas para la gente y que luego la misma naturaleza se encarga de desmentir, como en esta oportunidad. Desde mi infancia, hace ya mas de cincuenta años, que veo y escucho las mismas imágenes y noticias que toda vez que hubo precipitaciones importantes, siempre las inundaciones fueron verdugos infaltables en la vida de los ciudadanos de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires.
En un día tan caro para la memoria de los argentinos, donde se conmemoran treinta y un años de la gloriosa gesta de Malvinas, la novedad es que Dios nos muestra su poder para que nos demos cuenta de una vez por todas, que tenemos que terminar con la idea de vivir en un país ilusorio; que nada va a cambiar si el verdadero cambio no se inicia en nosotros mismos. Pero todo los problemas que hoy vivimos en nuestra querida nación argentina, sean de índole económicos, sociales o ambos, tienen responsables directos e indirectos, porque nada de lo que nos sucede hoy como este ¿capricho de la naturaleza?, nos exime de una parte de esa responsabilidad. Y digo esto porque no escarmentamos más. Cuando tenemos la posibilidad de elegir a los gobernantes de turno, les confiamos el manejo de la cosa pública sin involucrarnos nosotros mismos como veedores o controladores de su gestión. El ciudadano no solo además de cumplir con su deber cívico de emitir el voto, tiene la obligación de hacerle ver a ese funcionario que estará vigilando sus actos de gobierno permanentemente. Y que cuando aquel juro que si no cumple con su compromiso asumido se lo demanden, no sea solo una expresión gramatical decorosa sino un hecho concreto de poner tras las rejas al funcionario corrupto que infringió sus deberes públicos.
"Con el orgullo y el convencimiento de que habian recuperado para siempre el territorio insular tan preciado, soldados de infanteria recorren las calles de un lugar tan lejano como desconocido para todos ellos"
"Mal alimentados, solo se nutrían con el fuego sagrado que ardía en sus corazones, sin perder la ilusión de volver algún día a sus hogares con la firme convicción de haber servido a la Patria". A 31 años de esa Gesta efímera pero imborrable, Cronicas de Riddick rinde su humilde homenaje a ellos, los héroes y protagonistas, a aquellos que pudieron volver y a los que se quedaron para siempre con sus corazones enterrados en las irredentas Islas Malvinas"
LAS AGUAS BAJAN TURBIAS ¿Y LOS FUNCIONARIOS?, BIEN GRACIAS.
Después de una gran inundación afloran todo tipo de cosas. Comienzan a tomar dimensión los destrozos ocasionados en viviendas, calles, automóviles, donde surgen algunas infecciones por las aguas contaminadas y la variedad de olores casi nauseabundos, todo producto de una gran desidia de las malas gestiones que gobierno tras gobierno hemos venido sufriendo y que nada nos indica por ahora de que eso, vaya a cambiar en el corto y mediano plazo. Las noticias por la tv y radio no dejan de ser más que elocuentes, y uno se pregunta dónde están los funcionarios y con qué excusa van a salir a dar la cara explicando cómo no se pudo prevenir al menos, de alguna manera que atenuara el impacto que ocasiono todo este desastre. Es que de repente la naturaleza dio muestras de su fuerza y poderío inmanejable, que muchas veces el hombre pretende controlar para conseguir sus objetivos, muchas veces egoístas que beneficia a pocos pero perjudica a muchos. Y a esta altura de las circunstancias, deberíamos preguntarnos qué tanto influencio el proyecto de Tecnóplis en todo este inédito acontecimiento climatológico. Testimonios de la gente que vive en la zona de Villa Martelli y en Florida donde se encuentra el polo tecnológico, dice que antes allí las inundaciones no sucedían. Y es común escuchar la queja relacionada a que las mismas se producen por un sistema de compuertas que hay en el predio que provoca el anegamiento de las calles de alrededor. El hecho de haber entubado el arroyo Medrano contribuyo a que las aguas que debían drenar con naturalidad no lo pudieron hacer debido a esta obra, donde muchos sostienen que está mal realizada. Todo eso no importo al momento de efectuar las mediciones sobre el impacto ambiental que podría ocasionar semejante construcción. Solo era prioritario que el proyecto llevara puesta la impronta kirchnerista: un gobierno que hace cosas para la gente…
"Siempre jactándose de hacer cosas para la gente, el kirchnerismo no midió las consecuencias del impacto ambiental que podía acarrear la obra de Tecnópolis. Solo importaba no perder el protagonismo frente a temas como la obra del arroyo Maldonado, que sí se puede considerar un logro del gobierno de la ciudad de Buenos Aires"
Al jefe de gobierno de Buenos Aires le esperan días de mucha tribulación y planteos de vecinos muy calientes por las consecuencias del temporal. Algunos hasta ya están pidiendo su renuncia. Pero todo es producto de la enorme indignación de la gente que ve ante situaciones límites como esta, los que deberían estar al frente de los problemas y actuar a tiempo no lo hacen. Ni siquiera la actitud solidaria que mostro el gobierno de la ciudad con su servicio de emergencias médicas en la Tragedia de Once (recordemos que los FFCC dependen del gobierno nacional), puede atenuar el sentimiento de bronca y dolor para entender que no toda la culpa es de este gobierno… ni tampoco de los Kirchner, sino que la sumatoria de miles de actos de corrupción y desidia acumulados por varias administraciones durante más de 70 años sacan a la luz toda la podredumbre oculta y disimulada hipócritamente, propia de los países con regímenes populistas que no les interesa educar al soberano.
Ahora, cuando todo vuelva a su cauce normal, comenzaran los pases de facturas entre ambas administraciones de gobierno, y como siempre en el medio la gente, que sigue esperando un acto de grandeza de los funcionarios que nunca llega. Pero las boletas de impuestos, esas sí que nunca tardan en llegar. Habrá que esperar que actitud toman tanto el jefe de gobierno de la ciudad autónoma como la misma presidente con respecto al resarcimiento económico que deberán recibir las familias que fueron afectadas duramente por este acontecimiento climatológico. SI, digo “la misma presidente” porque si ella disfruto de su momento de gloria en la inauguración del predio Tecnopolis, debería mostrar su actitud solidaria contribuyendo con ayuda del gobierno nacional, más ahora que acaba de “convertirse” al catolicismo en su visita a Roma por la asunción del Papa Francisco, y es en estos momentos donde el mejor acto de fe se ve cuando se practica con el ejemplo. ¿Estarán Macri y Cristina a la altura del deseo del Sumo Pontífice?