Adjunto un artículo publicado el domingo 1 en El Periódico, titulado “¡Tenéis un problema estúpidos!”, firmado por Ramón Folch, que con toda la razón del mundo se refiere a la demostrada inutilidad, no solo del gobierno y del PP, sino de prácticamente toda la clase política de Madrid, para dar solución al problema de Catalunya.
Para mi es absolutamente incomprensible que después de todas las demostraciones de lo muy extendido que está el soberanismo en Catalunya, después de que en cuatro años se han celebrado cuatro manifestaciones espectaculares, de record absoluto continental, con un millón y medio de asistentes, nadie, absolutamente nadie en Madrid, ni del gobierno ni de la oposición, se han interesado lo más mínimo por conocer y profundizar en las verdaderas razones de tal explosión de independentismo, y se han quedado en justificaciones tan estúpidas y fáciles de refutar como que todo se debe al sistema educativo o a que los catalanes somos tan burros que nos hemos dejado embaucar por Artur Mas; se han quedado en su casa sin interés alguno por la realidad, con sus criterios sin base alguna, aliñados con falsedades e insultos, y la única respuesta que han sabido aplicar es a través de una Justicia corrupta, ineficaz y contraproducente, y ahora que el soberanismo da señales de estar preparado para iniciar el asalto definitivo se ponen a dialogar solo entre ellos, a decir sandeces como viejas histéricas, pero no varían un ápice su postura y preparan acciones que me temo empeorarán todavía más el problema en vez de solucionarlo.
Un gobierno y una oposición decente y mínimamente inteligente habría investigado dicha realidad, sobre todo porque son los principales responsables del problema, y una vez determinadas las verdaderas razones del problema habrían autorizado un referéndum, que era y sigue siendo la única solución al problema, con tiempo suficiente para dar solución a alguna de estas razones, acabando con el ataque generalizado al catalán, al sistema educativo, la asfixia financiera y la tomadura de pelo de las infraestructuras, pero eso lo hacen en el Reino Unido porque no tienen ni idea de cómo deben solucionar sus problemas los imperios medievales.
Las manifestaciones de Rajoy y Rivera después de su reunión para tratar el asunto Catalunya me sonaron al comunicado posterior a una reunión de Carrero Blanco y su Ministro del Interior, que entonces se llamaba de la Gobernación. Oír a Rivera hablar de establecer un cordón sanitario alrededor de Catalunya, como si en vez de soberanismo tuviésemos una epidemia de Peste, u oírle referirse al referéndum no ya como algo ilegal a ser perseguido por las leyes sino como un inmenso pecado capital, y comprobar que cada vez que dice una de esas barbaridades sube la intención de voto a C’s, es muy poco tranquilizador.
Pero las sandeces y barbaridades no son exclusiva nacional, el Secretario General de las Naciones Unidas, el coreano Ban Ki Moon de visita en Madrid soltó un magno rebuzno, dijo “Catalunya no figura en la categoría de territorios a los que la ONU reconoce el derecho a la independencia”, asnada que contradice nada menos que el artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos de la ONU de 1976, barbaridad probablemente inducida por las absurdas presiones a que somete el gobierno a los organismos internacionales, y también puede ser debida a una traducción como la del escrito de Jean-Claude Junckers, pero de no ser así es realmente preocupante que la ONU este en manos de semejante idiota.
Artur Mas no es que se haya lucido mucho, en especial desde el 27-S, cuando se ha olvidado del programa electoral de JXsi y aplica el de la CUP precipitadamente y a toda velocidad. Cuando el 20 de septiembre 2012 Artur Mas salió de La Moncloa después de su reunión con Rajoy, lo hizo cargado de razón, pero se concentró en el tema independencia en vez de aplicarse a mejorar la desastrosa posición de Catalunya dentro de España, con independencia o sin ella, y el resultado, combinado con el inmovilismo de Rajoy, lo estamos padeciendo ahora, cuando se puede decir que el choque de trenes ya se ha iniciado.
Y de Convergencia no digamos. Eran Convergencia y Unió y dentro de poco serán Convergencia y Adiós. ¿Cómo puede entenderse la lista de cargos que denunció Ada Colau hace unos días, cargos que solo cobraban y ni tan solo se acercaban al Ayuntamiento, entre los que estaba nada menos que el cantante de los Sirex, Antonio Miquel “Leslie” que en 2011 fue contratado como ¡¡¡Técnico de Obras!!! por 50.000 Euros anuales. ¿No sabía el entonces alcalde Trias que tarde o temprano se sabría?. La impresión que da CDC es que tenían tan asumido el tema corrupción que lo hacían sin pensar.
¡¡Dios mío, que país!!