Director: William Cameron Menzies
Hubo una "Invaders from Mars". Pero hubo otra antes. Me refiero a la "Invaders from Mars" de William Cameron Menzies, director que, veo, comenzó su carrera allá por el cine mudo (cuando estaba terminando, si recuerdo bien). Ésta, de hecho, es una de sus últimas películas. El caso es que me pareció una película maravillosamente modesta, sencilla y soñadora. Una película de espíritu serie B de ciencia ficción pero con elementos de fantasía y aventura, que definitivamente va mejorando a medida que avanza el metraje (confieso que la primera escena me pareció algo televisiva, pero después tiene secuencias e imágenes muy buenas, como cuando llega el padre ya "deshumanizado", escena que en verdad te deja un poco con los pelos de punta: es terrible ver rostros conocidos repentinamente ensombrecidos) y esta particular invasión marciana va tomando forma. A propósito, me llamó la atención que estos extraterrestres también recurran a la usurpación de cuerpos, aunque más bien sería control, pero los detalles se los dejo a ustedes para que los vean; el fondo es el mismo: se les diferencia por su frialdad y una carencia de emociones bastante agresiva (a todo esto, por "también" me estoy refiriendo a los invasores de cuerpos de Siegel, Ferrara... y Kaufman, prontamente). Hasta vienen a cuento los chicos de las "Village of the Damned", quienes también postulan que el siguiente paso de la humanidad (aunque sus orígenes sean inciertos) pasa por dejar de lado las emociones, las pasiones, para centrarse exclusivamente en la razón y la inteligencia como motores evolutivos. Acá el héroe es un niño, todo un astrónomo en ciernes, que es testigo del aterrizaje de un ovni prácticamente en el patio de su casa, hecho al que le suceden un montón de desapariciones, reapariciones e interrogantes que se van uniendo y esclareciendo mientras este chico es el improbable artífice de "la resistencia". A propósito, me ha conmovido en parte la confianza que se le tiene al chico cuando éste más desamparado se sentía. ¡Y con lo loco que es todo lo que le ocurre!
El resto es una muy entretenida, amena y fluida película de invasión extraterrestre, a la que le destacaría... no sé, esa ingenuidad, esa sinceridad en sus formas y en su intención de fondo. En fin, muy recomendable y para recordar que no todo en la ciencia ficción es desorbitados presupuestos, pantallas verdes y demás cuentos...
No se puede decir más: a mí me encantó y la disfruté por completo, incluso con lo barato de los extraterrestres. Era otra clase de magia; más genuina, auténtica; menos interés en epatar visualmente que en contar una buena y entretenida historia... la cual, claro que sí, tiene un final bastante sorpresivo e incluso confuso (y muy bien resuelto: de repente todo es trance, caos hipnótico) que da buena cuenta de la vocación fantástica de la ciencia ficción (de alguna, claro, no de toda, porque generalizar no lo es todo en la vida).
Para ver y disfrutar, pasarlo bien, acaso soñar...