Nos visita hoy el amigo Kinezoe, artífice del blog No todo es Kippel, un lugar donde se mezclan el cine, la astronomía y jazz del bueno (si es que existe jazz que sea malo). Como el mismo se define en su perfil, es un tipo honrado y yo diría que viajero en el tiempo; de otro tiempo tal vez mejor que este y tal vez más auténtico, donde personas como Marlow eran el
Sin más dilación, les dejo con su análisis de una película de esas que ves de pequeño y te marcan durante mucho tiempo (como a servidor). Con ustedes...
"Invasores de Marte"
Hay determinadas cosas en esta vida que vistas a cierta edad le impresionan a uno sobremanera. No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que vi esta película -calculo que tendría unos siete u ocho años-, lo que sí sé es que hubo una época en mi tierna infancia en que andaba un poco obsesionado con el tema OVNI: mi mayor ilusión por aquel entonces era encontrar uno de esos cacharros en el cielo y poder contárselo a la gente (o eso es lo que yo creía; de haber visto uno, de seguro, me habría cagado en los pantalones...).
En "Invasores de Marte", un chaval aficionado a la astronomía con el que supongo no me costaría mucho identificarme, es despertado una buena noche por un fuerte estruendo. Al
Y bien, con motivo de esta interesante serie de entradas que ha puesto en marcha el maestro Crowley (Películas que nos marcaron...), he tenido
"Invasores de Marte" (William Cameron Menzies, 1953) es auténtica serie B de los 50. Como tal hay que verla y como tal sigue conservando gran parte de su encanto. Nacida en una época, la Guerra Fría, en la que los mayores temores de la sociedad americana venían del otro lado del
La historia es muy sencilla y está contada con gran ingenuidad. Pero lo más curioso del caso es que en esta película parecen ser los adultos, y no el niño, los que pecan de una mayor credulidad: no deja de ser increíble, a la par que gracioso (visto hoy), que un astrónomo o un alto mando del ejército se crea a pies juntillas la primera declaración que pueda hacerle un niño sin necesidad siquiera de contrastarla...
Los efectos especiales son muy rudimentarios (no podía ser de otra forma teniendo en cuenta la fecha de realización y el bajo presupuesto con que contaba), las interpretaciones tienen un cierto aire a teatrillo de instituto que tira de espaldas y a los "mutantes" se les ve la cremallera que cierra sus trajes por la espalda... Jejeje... No obstante, repito, vista con los ojos adecuados esta
En su día me marcó; hoy la considero obra de culto. Ya saben, no dejen de mirar al cielo (¿o tendría que decir al suelo?...) y atentos a la nuca, por si acaso. Nunca se sabe de dónde nos puede llegar el peligro...