¿Imaginas una camiseta que se limpiara solo con tenderla al sol, sin necesidad de lavarla con agua y detergente?
Su invento es un tejido de algodón cubierto por nanopartículas de dióxido de titanio con nitrógeno y una capa extra de yoduro de plata. Cuando reciben la luz del sol, estos elementos trabajan juntos obligando a que los electrones se separen y a que la suciedad se desprenda.
Para probar si su invento era eficaz, los ingenieros mancharon las telas con tinte naranja y las expusieron al sol: después de dos horas a la luz, el 71% de la mancha había desaparecido.
Además, tras lavar con agua y secar la prenda la capacidad de autolimpieza con luz solar se mantiene, lo que permite seguir usando el método "clásico" de lavar la ropa a la vez que se dispone de la nueva tecnología "en seco".