En Bañugues lo más interesante como cada invierno es el grupo de chorlitejo grande Charadrius hiaticula, esta temporada compuesto sólo por 7 ejemplares. Hay adultos, como este precioso macho visto por ambos flancos:
O juveniles, como éste bonito ejemplar:
A finales de noviembre y primeros de diciembre estuvo en su compañía un ejemplar de correlimos común Calidris alpina en plumaje invernal. Pero luego desapareció, desconozco la razón pero los correlimos comunes no suelen aguantar más que unos días en la playa.
En la foto de grupo se observan dos chorlitejos claramente adultos, el primero por la izquierda (el macho de las primeras fotos) y el último (una hembra). El resto presentan diferentes tonos en el plumaje, pueden ser todos juveniles, salvo uno que con el pico más anaranjado podría tratarse de otro adulto.
En Luanco lo más interesante también como cada invierno en cuanto a limícolas es la presencia de correlimos oscuros Calidris maritima, aunque de momento sólo he detectado un par de ellos.
Como siempre se asocian con los vuelvepiedras Arenaria interpres, que esta temporada para variar son bastante pocos, tan sólo 4 en Luanco y 6 en Bañugues.
En ambos sitios continúan también unos cuantos andarríos chicos como cada temporada.
En cuanto a otras aves, continúan también unas pocas garcetas por las ensenadas de Bañugues (una) y Aramar (4), la elegancia personificada tanto en tierra...
como en el aire.
Y también cómo no los martines pescadores.
En cuanto a gaviotas, el dato más preocupante es la ausencia casi total de gaviotas cabecinegras frente a los números de inviernos pasados. De momento un puñado de aves y sin detectar ninguna anillada, tan sólo este ave de 2º invierno con anilla metálica que por supuesto no pude leer.