A pesar de su sencillez y de su bajo riesgo, los inversores particulares no suelen invertir en letras del tesoro. El principal motivo de ello es por desconocimiento de este producto. Aunque en ocasiones las letras del tesoro son menos rentables que otras alternativas también consideradas seguras, como los depósitos bancarios, no siempre ocurre así. Por tanto, deberíamos valorarlas siempre como una opción más a la hora de invertir nuestros ahorros. Veamos qué son las letras del tesoro, cuál es su funcionamiento y cómo podemos adquirirlas.
Las letras del tesoro son títulos de renta fija de corto plazo que suelen emitirse con vencimientos de 3, 6, 12 y 18 meses. Cada título tiene un importe nominal de 1000 euros y es emitido al descuento, es decir, cuando compramos una letra del tesoro pagamos una cantidad inferior a mil euros y cuando llega le fecha del vencimiento el estado nos devuelve mil euros. La diferencia entre los dos importes es el beneficio que obtenemos.
Normalmente el Tesoro Público realiza todos los meses subastas de letras del tesoro de distintos vencimientos, con un calendario establecido. Tenemos dos formas de comprar letras del tesoro:
- En el mercado primario, es decir, realizando la petición de los títulos directamente al Tesoro Público cada vez que realiza una emisión.
- En el mercado secundario. Los títulos emitidos pueden comprarse y venderse en la bolsa, igual que las acciones.
Para adquirir letras del tesoro, ya sea en el mercado primario o en el secundario, podemos hacerlo a través de alguno de los siguientes canales:
- A través de nuestro banco o entidad financiera habitual. Solamente tendremos que acudir a nuestra sucursal y solicitar que nos compren o nos suscriban la cantidad deseada con la fecha de vencimiento que elijamos. El banco nos realizará la gestión de compra y custodia de las letras del tesoro cobrándonos una comisión, que oscila normalmente entre el 0,30 % y el 1 % del importe nominal que queramos adquirir.
- Dirigiéndonos a una sucursal del Banco de España y abriéndonos una cuenta directamente a nuestro nombre. De esta forma nos ahorraremos las comisiones de nuestro banco.
- A través de internet, realizando la operación en la página web del Tesoro Público.
Los bonos y obligaciones del estado son unos valores parecidos a las letras del tesoro, solo que de largo plazo (las fechas de vencimiento van de 2 a 30 años). En este caso los intereses se abonan anualmente mediante cupones.
Como acabamos de ver, invertir en letras del tesoro es bastante sencillo y supone muy poco riesgo. Es interesante estar al tanto de las rentabilidades que están dando cada momento este tipo de productos porque en algunos casos pueden ser más rentables que los depósitos. Lógicamente, los bancos nunca nos van a informar cuando esto ocurra, ya que para ellos es más interesante que contratemos sus depósitos, así que, como siempre, lo mejor es que nos preocupemos nosotros mismos por nuestros intereses.