Investigación Odebrecht made in USA
La justicia de EE.UU tiene en la mira a todos los que hayan sido beneficiarios de la corrupción de Odebrecht.El caso de Odebrecht tiene, para utilizar un ejemplo vial, tres carriles y no todos permiten ir a la misma velocidad. El primero de ellos es el colombiano, que maneja unos tiempos y unos procedimientos establecidos. A decir verdad, el proceso que se lleva en Colombia padece muchas dificultades, empezando porque no hay pruebas suficientes, más allá de las delaciones que han hecho algunos implicados, entre ellos Otto Bula.La fiscalía colombiana, que ha mostrado compromiso por sacar adelante esa investigación y llevar ante los jueces de la República a los que participaron en aquella trama de corrupción, depende, en buena medida de la justicia de Brasil, que es, para este caso, el segundo carril.El problema es que el ministerio público de ese país impuso una veda o protección al expediente hasta junio o julio de este año, con lo que aún es imposible conocer cuáles son las pruebas que las cabezas visibles de Odebrecht han entregado.Se da por descontado que los directivos de la empresa, que han mostrado toda la voluntad de colaboración con la justicia para esclarecer la verdad, no van a guardarle la espalda a nadie. Han proporcionado abultada información de todos los presidentes y políticos que sobornaron, al extremo de revelar hasta los pseudónimos que empleaban para referirse a ellos en clave.Además de los presidentes y candidatos a los que les ayudaron financiando directa o indirectamente sus campañas, existe evidencia de una nómina multimillonaria para entregar “sueldos” a líderes políticos. Aquel será uno de los capítulos más interesantes de este entramado de corrupción, una vez se conozcan los nombres de todos y cada uno de los beneficiarios de esos giros mensuales. Se trata de pagos a favor de personas que en criterio de Odebrecht, algún día podrían “devolverles” el favor gracias a su capacidad de influencia ante los distintos gobiernos.En el caso colombiano, este portal pudo establecer que dichos contratos en efecto existen. Se trata de pagos que oscilaron entre los $10 y $30 millones de pesos mensuales y el monto dependía de la importancia y el nivel de compromiso del político beneficiado con Odebrecht.El tercer y más importante carril son las agencias de inteligencia de los Estados Unidos. Se ha podido establecer que tanto la CIA como el FBI tienen en su poder abundante información de los implicados, de todos los niveles y de los países en los que Odebrecht desplegó su operación de corrupciónDe acuerdo con una persona que conoce el manejo que se le dará a ese material, la investigación se concentrará en determinar cuáles de los implicados se valieron del sistema financiero de los Estados Unidos para introducir, camuflar o lavar dinero fruto de la corrupción. En palabras del experto que dialogó con LOS IRREVERENTES, “así haya sido solo un dólar, quien haya movido esos recursos a través de la red bancaria norteamericana, violó la ley de este país y tendrá que responder ante nuestros jueces, sin importar cuál sea su estatus o su posición de liderazgo político”.Se estima que en unas semanas o máximo un par de meses los nombres de los implicados con Odebrecht empezarán a aparecer en los indictments que la fiscalía general de los Estados Unidos, bajo la vigilancia estricta de Jeff Sessions, presentará ante los jueces federales de aquel país.Ante aquellas demoledoras evidencias, que se sumarán a las que allegue el ministerio público del Brasil, no habrá cabida para excusas vagas como aquella de que “me acabo de enterar”. Solo es cuestión de tiempo.
@IrreverentesCol
James Nightingale @fliperiner
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