Juan Mocio cuenta que en una noche, cuando Eulogio entró a su oratorio privado a hacer sus oraciones nocturnas, vio a su archidiácono, llamado Julián, detrás de él. Eulogio se sorprendió, pues nadie entraba a la capilla del Patriarca sin su consentimiento, pero le dejó estar. Cuando Eulogio terminó de orar postrado, Julián permaneció en el suelo, y cuando Eulogio le mandó se levantara, Julián le respondió "No puedo sin tu ayuda". Entonces Eulogio le tomó de una mano y le puso en pie, y entonces Julián desapareció ante sus ojos. Entonces Eulogio entendió que en realidad quien se le había aparecido era el gran mártir San Julián (7 de enero), sugiriéndole elevar sus reliquias y consagrarle una iglesia.
Existe una curiosa carta de Eulogio a San Gregorio, que ya era papa, en la cual le llama "Papa universal", cosa llamativa, pues este era un título que usaban los patriarcas de Oriente, entre iguales, sin que hubiera uno sobre otro. De hecho la respuesta de Gregorio así lo deja claro:
"...deseo aumentar en virtud y no en palabras. Ser honrado en aquello que deshonra a mis hermanos, es el honor de la Iglesia universal la que me honra, es la fuerza de mis hermanos la que me honra, y me siento honrado sólo cuando veo que ningún hombre rechaza a otro el honor debido. El santo Concilio de Calcedonia y otros Padres han ofrecido este título a mis predecesores, pero ninguno de ellos lo ha usado jamás, para que guardaran su propio honor en la visión de Dios, buscando aquí abajo el honor de todo el sacerdocio".San Eulogio murió en 605.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo X. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 13 de septiembre además se celebra a
San Maurilio de Angers, obispo.
San Amando de Sitten, obispo.