Colocamos el trípode en mi habitación, utilizamos una lámpara de pie como foco, un ramo de lavanda seca (siempre tengo uno en casa porque me encanta el olor) como ramo de novia, una sábana como vestido de novia y el tul que sobró de un disfraz de la niña como velo y este es el resultado... Lo pasamos en grande.
¿Os decidísteis por invitaciones clásicas? ¿o por algo diferente? ¡Feliz lunes!