Notable lo que ha hecho el artista japonés Iori Tomita. Mediante una complicada técnica post mortem ha convertido en peces, crustáceos y demás especímenes en un unas extrañas figuras transparentes y etéreas en donde los huesos y el interior de los animales queda al descubierto y coloreado.
La técnica consiste primeramente en quitar la piel o las escamas de los animales escogidos que previamente han estado sumergidos en formaldehido (un compuesto habitual para conservar muestras biológicas). Posteriormente los remoja en una sustancia que tiñe los cartílagos de azul. Tomita utiliza una enzima llamada trypsin entre más productos químicos – no se aclaran cuales – para separar las proteínas y los musculos lo que hace que los cuerpos se vayan convirtiendo en seres transparentes. Este paso es delicado pues una excesiva exposición haría que los cuerpos perdiesen su forma. Finalmente tiñe los huesos con tinta roja y fija el luminoso resultado en glicerina con esta espectacular vista.
Vía Neatorama y Wired