Después de tanta “supuesta” y falsa modernidad que eso incumbía, días después apareció la noticia en que se informaba que los dispositivos no podían formar parte del dominio del hemiciclo (el dominio es aquella red de la institución donde están registrados todos los usuarios, correos electrónicos, etc).
Muchos días más tarde apareció la noticia sobre que varios diputados perdieron el iPad y pedían otro para sustituir el que “supuestamente” perdieron (quien sabe si fue a parar a manos de algún familiar y/o conocido). Obviamente, se denegó la petición (faltaría más, encima que los pagamos entre todos…)
Pues bien, creo que ya va siendo hora de que alguien saque la basura de vez en cuando y muestre al mundo lo que sucede con los famosos iPads del Congreso. Seguramente conozcáis el famoso juego “Apalabrados”, un juego de palabras cruzadas (cuyo homologo en juego de mesa es el Scrabble) y que ha conseguido ser un fenomeno mundial.
Pues por lo visto, los diputados también lo conocen. ¿Por qué digo esto? quiero que se pongan un momento en la piel del abogado del diablo y juzguen ustedes mismos.
No digo que no jueguen, pero por favor, que jueguen fuera del horario de trabajo. Si a mi me llegan a enganchar jugando en horas de trabajo, la verdad que no lo cuento, porqué el despido (o si más no, un expediente) me lo llevaría seguro. Estos son los que deberían estar rompiéndose la espalda para sacar el país adelante, en vez de gastar el dedo moviendo fichas para ver quien forma la palabra más larga.
Que palabra debería formar la sociedad? ya lo digo yo: VERGÜENZA.
Fin de la partida