Autor: Miguel Griot
Editorial: Oxford
Número de páginas: 272
ISBN: 9788498111248
Precio: 9 €
Puntuación: 7
Iqbal Maish fue un niño que nació para ser esclavo y creció para desafiar su destino. El héroe que escapó de su trabajo forzado y se convirtió en el símbolo contra la explotación infantil. Acércate a él a través de lo que cuentan quienes lo conocieron. Cada uno tiene una historia con lágrimas, sonrisas, alguna sorpresa y mucho coraje. Juntándolas todas llegarás a saber quién fue Iqbal.
Este libro es una especie de biografía de Iqbal Masih: niño pakistaní que fue obligado desde pequeño a trabajar en una fábrica de alfombras, pero tuvo el valor de rebelarse contra esto y que terminó siendo toda una figura de la lucha contra el trabajo forzado infantil. Si no sabéis quien es, os recomiendo que leáis este libro.
Este es uno de esos libros que tocan temas duros, pero necesarios. Además, creo que es una maravillosa forma de autoconcienciarse. Por supuesto, todos sabemos que la esclavitud infantil existe y que muchos de los productos que compramos son tan baratos precisamente por esto, pero simplemente preferimos mirar a otro lado, porque es más fácil así. Ojos que no ven, corazón que no siente. Y me incluyo en este colectivo. Por eso creo que necesitamos más historias como esta. Historias que te acerquen a esa realidad, que te obliguen a empatizar, a concienciarte un poco más y sí, por qué no, que te hagan sentir un poco mal. La historia de Iqbal merece ser leída por todas estas razones, porque por lo menos consigue que te pares a pensar sobre un tema al que de otra forma no le dedicarías ni medio segundo.
Dejando un poco de lado esta reflexión, que sin duda es lo que me llevo del libro, decir que esta historia se lee muy rápidamente, y que desde luego no cuesta ningún esfuerzo. Desde luego, también tiene algunas pegas. Por ejemplo, para mí hay demasiados testimonios de personas distintas. Llegado un punto dejé de leer los nombres porque me resultaba imposible acordarme de quién era quién, quitando dos o tres figuras importantes. Además, no sé si esto es cosa del libro o de los propios testimonios, pero algunos capítulos contenían demasiadas coletillas, o ciertas faltas de ortografía para reflejar una forma de pronunciar. Entiendo que esto pretende crear diferencia entre unos y otros, pero a mí simplemente me entorpecía enormemente la lectura.
Y luego, me hizo medio gracia que parecía que el libro quería recordarme constantemente el título: lágrimas, sorpresas y coraje. La de veces que repiten que en la vida de Iqbal Masih hubo estas tres cosas. Que vale, que sí, que ya me ha quedado claro, no hace falta que me lo estés repitiendo cada dos capítulos. En mi opinión, quedaba demasiado forzado.
En resumen: Iqbal Masih ha sido una lectura muy interesante y necesaria, que no tiene ninguna dificultadpero que guarda dentro una historia real que merece la pena conocer.