Tengo cargo de conciencia con vosotr@s, no fui lo suficientemente sincera contándoos mis vacaciones en la playa. Así que os revelaré otra verdad universal de la maternidad que nadie nos dice: ir a la playa con niños es una auténtica mierda… Cuando una madre visualiza sus vacaciones después de un largo y duro invierno de trabajo, después de cuadrar dónde dejar a sus polluelos desde el 21 de junio al 1 de agosto, y de pelearse con su pareja porque las cosas no caben en el maletero, ella se imagina en la playa así…
Ingeniua, ha metido en la bolsa ese libro que le trajeron los reyes…
Se ha comprado un superbikini en las rebajas de Intimissimi, porque ya los de Primark le quedan como el culo, y se siente como una surfera…
JAJAJAAJAJ!!!!!! Olvídalo, desde aquí te digo, no vayas a la playa con niños menores de tres años. (Hermana, ya sé que estás muy ilusionada, pero repito: es una mierda) Es otro tabú de la maternidad: “ay… van a ver por primera vez el mar, qué guay” Sí que lo es, pero SOLO para ellos. A mí me llevaron con 12 años y ahora ya sé por qué, qué grande eres mamá.
Después de untar como si no hubiera un mañana de crema y crema a tus hijos, coger la bolsa con la pala y el cubo, la sombrilla, las toallas, el bote de crema solar de repuesto, la botella de dos litros de agua… llegas por fin a la playa.
El mar está muy azul, hay olas y hace mucha caló. Pero sólo te vas a meter en el agua justo hasta donde te llega para poder hacer pis con disimulo (no puedes ir a los baños públicos y dajerles solos, claro),y fíjate qué casualidad que es justo la altura máxima donde tu hijo mayor se puede bañar. ¡Estás de suerte!
Entonces, hay un momento en el que están entretenidos haciendo castillos y sacudes tu toalla de mandalas para poder tomar un poco el sol y pasa algo parecido a esto, pero sin que te guste lo más mínimo…
Te vuelves a levantar y piensas que quizá hay algún buenorro a tu alrededor. Rectifico, algún padre buenorro, porque no estás en Ibiza… estás en una playa familiar. Lo más interesante que vas a ver es esto.
Por fin es la hora de comer, vamos a recoger la pala, el cubo, la bolsa de toallas, la crema, la sombrilla y a quitarnos la arena en las duchas de la playa. Esta tarde volvemos, chupi!!!
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