Haciendo honor al título voy directamente al tema: ¿Por qué con la edad que tengo me siguen saliendo granos? ¿Por quéeeeeeeeeeee?.
¿Por qué lo llaman acné JUVENIL? ¿Por quéeeeeeeeeeee?.
Afortunadamente no viví la adolescencia en los tiempos de la fotografía digital. Porque no tengo necesidad de ver fotos mías de esa época. Mi cara era un plato de arroz ¡cuánto grano!. Un suplicio.
Esta era mi cara. Pero yo soy más chata.
Entre los Clearasil, la pasta de dientes, el jabón verde y demás consejos caseros o farmacéuticos estuve varios años pegándome cosas en la cara. Uf. Para nada, la verdad, que seguían floreciendo. Cuando habías conseguido eliminar uno, pumba, salía otro en otro lado de la cara. Horror.
Y ese pavor cuando te salía uno en el llamado “triángulo de la muerte”, que te decían que si te reventabas el grano podías morir. Yo prefería la muerte y los reventaba igual. Está claro que era un mito urbano porque aquí sigo. Bicho malo, ya se sabe.
El consuelo que me quedaba era que con la edad se me iba a pasar, aunque entonces me consolaba poco porque los días, las estaciones, los cursos eran muuuy largos.
El famoso triángulo
Pero llegué a mayor, ea, ya estoy aquí, y ¿Qué ha pasado con los granos? Siguen aquí. ERA TODO MENTIRA. Ahora me salen igual, menos y más gordos. Pero salen.
Probablemente es una cuestión hormonal, de alimentación, de no limpiarme bien la cara, pueden ser mil motivos. Pero me siento engañada. Parece ser que mis granitos son auto-determinables, ellos salen porque quieren y cuando quieren. Y nadie manda sobre ellos. Son libres aunque ya deberían de haberse retirado. Son libres y malas personas.
La única diferencia entre los granos de antes y los de ahora es que ya me da igual, si tengo una protuberancia en la cara pues nada, sigo con mi vida. Antes era una tragedia, si te salía un grano antes de algo importante (de lo importante de entonces, claro) era como si te hubiera fulminado un rayo. Aunque el rayo siempre me fulminaba a mí y dejaba la protuberancia florecer.
Bueno, puede ser, puedeeee serrrrr, que me sigan saliendo granos porque en verdad, verdad de la buena, yo no envejezco. Va a ser eso. Mi espíritu sigue llenito de granos. Es eso. Seguro.
Relax, lo mejor para todo.
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