Ira contra la máquina

Publicado el 29 enero 2015 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

Ahí están, personas fabricadas en serie, ahogadas por los patrones y cánones sociales, buenos obedientes, pero poco autónomos. Ahí están, todos juntos cogidos de la mano, de la mano de la igualdad. Pero ahora se entiende la igualdad como sinónimo de sumisión, sumisión al pensamiento único, al comportamiento único, a la manera de vestir única, al mismo corte de pelo, al buen feeling en apariencia (pero no en el interior de cada uno, pues allí la falsedad campa a sus anchas),… y apenas se entiende o se percibe la igualdad en el sentido económico, laboral, político, de género,…

Ahí están, personas sin alma, sin conciencia, autómatas que no se saben a dónde van, qué quieren, cual es su objetivo,… No les importa nada ni nadie, ellos solo buscan su propio beneficio. De hecho, no les importa pasar por encima de nadie con dar de cumplir con sus menesteres. ¿Sus menesteres? ¿O son los menesteres de otro? Ahí los tenéis, marionetas del mercado global, títeres del capitalismo más exacerbado, muñecas rotas en manos de los de arriba, no de los políticos, sino de los que gobiernan la economía mundial, que son los que realmente dominan el mundo.

Ahí están, personas sometidas de manera voluntaria a una especie de dictadura de las máquinas, fomentada desde las altas esferas de este salvaje sistema capitalista mundial, y causada por el mal empleo de la tecnología. Este es un régimen que desnaturaliza la esencia del ser humano, es la causa de que las relaciones de persona a persona sean una especie en extinción. Cuando veo a todas las personas que se reúnen bajo una misma mesa hablando entre ellos a través de los aparatos electrónicos, me sale un grito desgarrador: ¿Qué sois máquinas o personas?

Simón de Eiré