En esta ocasión, Némirovsky estructura su novela a partir de la crónica de un juicio que se celebra en París por el asesinato de un joven a cargo de una mujer de la alta sociedad; una circunstancia que la narradora también aprovecha para mostrarnos esa otra parte de la anónima sociedad parisina, con sus chismorreos y debilidades, para a partir de ahí, dar un salto hacia atrás en el tiempo y relatarnos toda un vida de una forma rápida, amena y poco a poco más opresiva, actualizando en cada capítulo los innumerables registros de frases, expresiones y sentimientos de su amplio catálogo de afectos y sensaciones, pues esa una de sus mayores destrezas, ser la escritora de las grandes sensaciones y de los más hondos sentimientos, ya sean éstos altruistas o mezquinos, lo que nos da igual, pues todos pertenecen a la raza humana. En definitiva, Jezabel es una nueva muestra de la destreza de una escritora a la hora de describir las pasiones del ser humano y sus consecuencias.
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.