"Iris y el misteiro de la gata perdida", de Ana Galán y Gustavo Mazali: una aventura con la que divertirse y aprender

Publicado el 15 abril 2014 por Lidiacasado

Ficha técnica: 

Título: Iris y el misterio de la gata perdida        Texto: Ana Galán   Ilustraciones: Gustavo Mazali           Editorial: Destino Género: literatura infantil Páginas: 64  Publicación:  21/1/2014   ISBN: 978-84-08-12308-8

Sinopsis (editorial):

Iris, la ninfa del arcoírís, va por primera vez al mundo de los humanos. Su misión es conocer a la pequeña Marina y ayudarla a encontrar su gata. Pero cuando llega se da cuenta de que la pequeña humana no es pequeña, ¡ES GIGANTESCA!
   ¿Conseguirá ayudarla? ¿Podrá Marina esconder a Iris para que su mamá no piense que es una mosca y la aplaste con el zapato?
 Vaya por delante que estoy descubriendo la literatura infantil ahora, junto a mi hija Lucía, que está dando sus primeros pasos como lectora en estos meses. No conozco muchos autores ni libros, más allá de los álbumes ilustrados que utilizamos para contar en Una Merienda de Cuentos y de los (pocos) recuerdos que guardo de mi propia infancia. Así que Lucía y yo estamos entrando en este universo de la mano y casi con la misma fascinación. Quizá por eso, a las dos nos ha gustado mucho la historia de Iris, el primer libro "gordo" que ha leído Lucía.
   La trama mezcla dosis de acción, intriga y misterio (¿dónde está la gata perdida? ¿Qué le ha pasado?) con bastante humor (que surge de las diferencias entre la niña y la ninfa protagonistas de la obra) y con un buen puñado de valores relacionados con la ecología, el respeto a la naturaleza y el cariño y cuidado de los animales.
   Siendo esta la primera entrega de El Club Arcoíris, buena parte de la obra está dedicada a presentar el mundo de Iris, la primera de las ninfas del club que conocemos, a qué se dedica y sus diferencias con los humanos.
   Visualmente, la obra es muy atractiva, con unas ilustraciones adorables, cambios de tipografía, color y tamaño de las letras y líneas que se ondulan, en alguna ocasión, para adaptarse al contenido de lo que se está diciendo. Todos estos cambios de tamaños y colores resultan muy llamativos a simple vista pero a mi hija le han resultado un poco extraños, en su primer acercamiento a una obra así. ¿Por qué hay unas letras más grandes que otras?, me preguntaba. Claro, en el cole le están enseñando lo importante que escribir todas las letras del mismo tamaño, así que un libro no respetase esa norma sagradísima le ha chocado muchísimo. Y yo no he podido dejar de pensar en lo que siempre se dice, si la escuela no nos hace cuadriculados, cortando las alas de nuestra imaginación y moldeando nuestra forma de pensar y de recibir el mundo según un troquelado predeterminado y ajeno a nuestros propios intereses.
   Otra cosa que le ha chocado es la transcripción de las onomatopeyas o el intento de hacer que suenen en la escritura determinados sonidos de la vida real. Por ejemplo, un estornudo. En la transcripción no aparece con un simple "achús", sino que para darle mayor intensidad y para hacer lo más vívido, la autora escribe "¡achuusss!". Es cierto que si un adulto o un niño más mayor lo lee se hace una idea más certera de qué tipo de estornudo es (no es lo mismo un aaaaaachús que un achuuuússsss) pero Lucía me preguntaba que por qué había dos úes y tres eses, que así no se escribe. Así que es cierto que intenta ser una escritura más plástica pero quizá los niños a los que está dirigida la colección (primeros lectores) aún no tienen la cintura y la experiencia lectora necesaria. Por lo menos, en esta primera entrega (digo yo).
   Tras la historia, el libro incluye una pequeña ficha sobre el animal del que se ha hablado y (y aquí viene la madre del cordero) una figura de Iris y varios vestiditos para recortar. Una idea muy buena, que a Lucía le encantó (y que, incluso, está destacada en la portada del libro) pero que, a la hora de meterse en harina, resultó tremendamente frustrante. El dibujo es tan detallado que es imposible recortarlo y que quede bien, además de que Lucía le cortó el cuello a la pobre Iris en cuanto me descuidé. Cometí el error de no hacer foto antes de la escabechina, para que te hicieras una idea de lo que digo. No sé, quizá habría que hacer los dibujos un poco más esquemáticos o troquelarlo de alguna manera que fuera un poco más fácil recortar las figuras y jugar con ellas (confieso que yo también lo intenté y también me cargué algún vestidillo). Además, la página en la que aparecen estos recortables (más gruesa que el resto del libro, acartonada para hacer los recortables más duraderos) está demasiado pegada a la contraportada de libro, así que nos resultó muy difícil desprenderla para cortar las figuras más a gusto e, incluso, algún trozo del pelo de la ninfa (en el caso del segundo libro de la saga) se nos quedó pegado al libro.
   Estos detallitos al margen, lo cierto es que hemos disfrutado mucho Iris y sus aventuras, con una historia bien contada, divertida, bien estructurada y con unos valores que sí quiero que mi hija vaya aprendiendo.   Nos seguimos leyendo.
Agradezco a Destino Infantil y Juvenil el envío de este ejemplar.