Y así se presenta este ya clásico álbum, impregnado de psicodelia de principio a fin y que permanecerá imborrable en la memoria del rock, gracias a su inolvidable hit central: “In-A-Gadda-Da-Vida”, tema homónimo al disco y el más exitoso de su carrera.
Según cuenta la leyenda, inicialmente la canción se iba a titular “In The Garden Of Eden” (En el Jardín del Edén). Pero durante el proceso de grabación, el cantante Doug Ingle, que se encontraba bajo los efectos de las drogas y el LSD, pronunció las letras de la frase por otras ininteligibles… “In-A-Gadda-Da-Vida”. Y lo cierto, es que esta versión de los hechos nunca se confirmó oficialmente. Para la posteridad, quedarán sus infinitos 17 minutos de duración, su espectacular riff de guitarra y bajo, al igual que su extraordinario “solo” de batería y su oscuro y gótico órgano.
Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Iron Butterfly, que hicieron posible esta obra: Erik Brann (guitarra, voz y violín), Doug Ingle (piano y voz), Lee Dorman (Bajo) y Ron Bushy (batería).
Centrándonos en el disco, primero de platino de la historia, fue publicado en 1968 por el sello Atco Records y contiene 6 temas. Dentro del Long Play nos encontraremos en su cara A con todo un despliegue de psicodelia y guitarreo incesante, reflejado en cortes como “Most Anything You Want”, Flowers and Beads”, “My Mirage” o “Termination”. Y el momento culminante llegará con el tema estrella del álbum “In-A-Gadda-Da-Vida”, que ocupa toda la cara B del vinilo y que echa el cierre a un disco absolutamente legendario.
Como dato anecdótico, los Iron Butterfly fueron contratados para tocar en el festival de Woodstock’69, pero según se comenta y debido a una pelea entre sus componentes en el aeropuerto, no pudieron acudir al histórico evento.
Pero siempre recordaremos las bellas alas de estas mariposas de hierro, que un buen día decidieron llegar a nuestras vidas, posándose majestuosas y libres, en lo más alto de la cima del rock.