Género: Acción.
País: Estados Unidos.
Duración: 124 minutos.
Dirección: Jon Favreau.
Intérpretes: Robert Downey Jr, Gwyneth Paltrow, Don Chadle, Mickey Rourke, Scarlett Johansson, Sam Rockwell, Samuel L. Jackson.
"El mundo sabe que el multimillonario Tony Stark es Iron Man, el superhéroe enmascarado. Sometido a presiones por parte del gobierno, la prensa y la opinión pública para que comparta su tecnología con el ejército, Tony es reacio a desvelar los secretos de la armadura de Iron Man porque teme que esa información pueda caer en manos indeseables. Con Pepper Potts y James “Rhodey” Rhodes a su lado, Tony forja alianzas y se enfrenta a nuevas y poderosas fuerzas."
Con esta segunda entrega, redoblaron un poco la apuesta en el sentido de incorporar más acción y mas bromas a la ecuación, pero no salió un producto tan redondo como el anterior.
El guión corre a cuenta de (raro) un actor, Justin Theroux y ahonda un poco en la cara oscura de Tony Stark sin recurrir a golpes bajos: su vida corre serio peligro y el lo soluciona tomando descontroladamente y haciendo fiestas. Un escenario de este tipo no hubiera encajado NUNCA en una Batman pero acá le viene al pelo para mostrar otra perspectiva de este excelente personaje, una capa más a la ya exhuberante naturaleza de Stark.
Ciertamente juega con esa doble intención de vivir la vida hasta el último momento, pero el detalle de que Stark está próximo a la muerte y cómo se salva este escollo es simplemente risible: SPOILERS Tony Stark es inteligente, pero ¿para tanto? ¿Puede crear un nuevo elemento que, JUSTO, le va a salvar la vida? FIN SPOILERS
Y que brillante que es Downey Jr. A mi parecer, sobrepasa ligeramente a Johnny Depp en dotes de comediante; calculo que es porque los personajes de este año de ambos actores se cruzaron y Tony Stark superó con creces al extravagante Sombrerero Loco en la peli de Burton. Junto a él vuelven Gwyneth (hermosa como siempre, y decentísima con su Pepper Potts) y Happy, el guardaespaldas de Tony interpretado por el mismo director, que acá tiene un papel un poquito más relevante que en la anterior; Don Cheadle era otra cuestión a resolver en este film reemplazando a Terrence Howard, y me sorprendió la naturalidad de la química entre los actores- es como si siempre hubiera estado, aparte de hacerle honor al papel que le correspondía.
La acción es el apartado más genial con el que cuenta la película. Las escenas son estupendas, desde la interrupción del Grand Prix de Mónaco hasta la convención Stark y el jardín japonés sno simplemente es-pec-ta-cu-la-res y pagan la entrada. En serio, escuchen disparar la metralla de War Machine y regocíjense de placer. Jon Favreau simplemente sabe lo que hace y me alegra volver a verlo en la saga, y perpetrando su legado con una tercera película próximamente.
Calificación: B+.