Cuando me senté a ver Iron Man 3, lo hice pensando que el hecho de que Shane Black sustituyese a Jon Favreau en la dirección quizá marcaría una diferencia sustancial en el tono de la saga respecto a anteriores entregas. Pues nada más lejos de la realidad, ya que a grandes rasgos, he de decir que es más de los mismo. Y tampoco me malinterpretéis, ya que no estoy diciendo -ni mucho menos- que eso tenga que ser algo necesariamente malo. Puedo aseguraros que si las anteriores os gustaron, esta también lo hará... y viceversa.
Como siempre sucede con las películas de Iron Man (y por ende con prácticamente todas las de la factoría Marvel), el despliegue visual alcanzado en las escenas de acción es sencillamente colosal (explosiones bestiales, armaduras volando, y toda la pesca), aunque supongo que llegados a este punto tampoco le hubiéramos consentido menos, ¿no?. Eso sí: curiosamente Tony Stark aquí apenas usa su armadura, y cuando lo hace... ¡él casi nunca está dentro!. Se pasa más tiempo arreglándola que utilizándola, como si quisiesen vendernos a toda costa la idea de que Stark es tan héroe con armadura como sin ella, algo que resulta, cuando menos, curioso.
En cuanto a la historia en sí: entiendo que el fan más purista probablemente pueda llegar a sentirse más o menos decepcionado con el curioso tratamiento dado a un villano tan potente como El Mandarín. Sin embargo, probablemente la mayor parte del público más generalista agradecerá dicha resolución (y hasta aquí puedo leer, oye, que tampoco quiero destripársela a nadie). Sólo diré que de un tiempo a esta parte percibo como ciertos personajes de cómic, tanto héroes como villanos, sufren importantes reescrituras en su traslación a la gran pantalla, a fin de hacerlos más creíbles, más realistas. El problema de esto es que a menudo dichas modificaciones prácticamente hacen puré la esencia misma del personaje "reciclado", y claro, una parte del público se cabrea (y supongo que con toda la razón).
El amigo Tony no se pone mucho la armadura en esta peli...
Quizás lo que rechine un poco sea, si nos ponemos exigentes, que pese a que la acción narrada en el film es claramente posterior a los hechos acontecidos en Los Vengadores, las alusiones a dichos acontecimientos son realmente escasísimas. No inexistentes del todo, pero sí muy, muy escasas. Además, si lo analizamos fríamente, sería lógico pensar que si desde entonces ya existen como grupo, no tiene mucho sentido que ante una amenaza como la que encontramos aquí no vuelvan a reagruparse. Pero en fin: que resulta obvio que nos encontramos ante una peli de Iron Man en solitario, y como tal debe considerarse.
Tecnicismos aparte, os diré que en general es una película muy entretenida, con buenas interpretaciones, y que te hace pasar un buen rato, y al final supongo que eso es de lo que se trataba cuando nos acercamos al cine, ¿no?.
En una escala del uno al diez yo le doy un siete bien merecido. Ya me contaréis vuestra impresión...