La editorial Marvel, en su énfasis de redescubrir a sus súperhéroes, ha fichado a uno de los autores más alabados en el terreno de la ciencia ficción. Estoy hablando de Orson Scott Card, un veterano en el mundillo que tuvo su momentazo con El juego de Ender, allá por el año 1985. Con esta obra consiguió una gran fama mundial que se ha mantenido hasta la actualidad. A lo que vamos. La Marvel le dijo al señor Card que hiciera un cómic sobre los orígenes, infancia y adolescencia de Tony Stark, o mejor dicho Iron Man. Para ello Card cuenta con la ayuda de otros autores también conocidos como Andy Kubert ("¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?"), el español Pasqual Ferry (El camino de la medusa) o Danny Miki. Con todo el material que precede a esta obra sobre Iron Man y unos autores tan reconocidos, ya de primeras tiene buena pinta. Y ese es realmente el problema, que sólo de primeras tiene buena pinta, por que una vez que te pones a leerlo entras en un conglomerado de tramas y personajes que poco tienen que ver con la infancia de Iron Man.
Me explicaré. El principio nos cuenta la historia de sus padres. Hasta ahí bien, pero luego empiezan a meterse ciertos personajes que no aportan nada a la historia. Seguidamente aparece un instituto para hijos de millonarios, así como el malvado hermanatro o un traficante de armas con nombre de mujer. Sin olvidarnos del gobierno, que también aparece y no queda especialmente bien. Con esto quiero decir que este comic no nos aporta datos sobre la verdadera historia del personaje, que no nos habla de su vida personal ni de su auténtica evolución como súper héroe. La trama principal con sus respectivas subtramas no tienen ningún sentido. Sólo se me ocurre pensar que la infancia y adolescencia de Iron Man fueron tan normales que tuvieron que inventarse otra historia más fantástica, por no decir, fantasma.
La lectura es difícil, por lo menos a mí me lo parece ya que cuesta enterarse qué es lo que te están contando. Lo único que salvan son los dibujos, aunque difieren de calidad en cada capítulo.
Resumiendo, yo me quedo con la historia antigua de Iron Man y no con esta chorrada suprema de trafico de armas nucleares, ex-espososas deseperadas y hermanastros asesinos (por bien que suene).
Como dato de interés, Orson Scott Card tiene una página web (en inglés) para el que quiera conocer más.
Abajo, el tráiler de animación de la serie de Iron Man. Éste tráiler sí que me gusta.