Irving Penn es una persona que siempre intenta plasmar la personalidad de la modelo, de echo esta cualidad ocupa un lugar muy importante en su fotografía de moda, y a menudo, sus imágenes se aproximan mucho al retrato. Trabaja un tipo de fotografía muy sincera y franca, sin retoques y con mucha naturalidad.
Su primera portada para el magazine “Vogue”, una naturaleza muerta, que apareció en 1943. Desde entonces sus fotografías fueron publicadas con regularidad en “Vogue” y otros magazines.
Durante toda su trayectoria fue fiel a las tomas en estudio y bajo unas rigurosas condiciones de iluminación, de tal manera que sus fotos están diferenciadas dependiendo de la ciudad dónde las tomó.
Dos valores fundamentales: La elegancia y el estilo.