Isabel me hizo suyo (+18)

Publicado el 14 junio 2019 por Carlosgu82

Con la partida de mi novia a vivir a otra ciudad, me estaba sintiendo muy solo últimamente, ya que siempre he sido muy tímido y mi círculo de amigos es bastante pequeño. Con Dana (mi ex novia) nunca llegamos a tener sexo, ya bien fuera porque ella aun no se sentía segura, y le temía a un embarazo, o yo porque llegado el momento me bloqueaba y no sabía qué hacer. Todo quedaba en besos, caricias, arrimones y nada más.

Un día haciendo la fila para pagar los servicios públicos, me encontré con Isabel, una amiga de mi mamá que vivía cerca a nosotros, pero que por razones que desconozco se habían marchado hace un par de años con su esposo a otra ciudad. Isabel era de unos 40 o 45 años.. no tan alta, creo que no pasaba de los 1,70, tenía el pelo largo, un poco más abajo de los hombros, piel trigueña, senos pequeños, y un culo precioso.

– ¿Pablo­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­?

-Sí, hola Sra Isabel

-¡Por dios!, pero como estas de grande. Mírate, ya estas más alto que yo. Caramba, como pasa el tiempo. ¿ Y cuántos años tienes?

-Recién cumplí  18

Duramos hablando un buen rato mientras hacíamos la fila, y me dijo que habían vuelto hace un par de semanas, debido a que como su esposo  viajaba tanto, permanecía sola y lejos de la familia. Su esposo trabajaba manejando un camión despachando mercancía por todo el país.

-Bueno cariño, me agradó saludarte. Saludos a tu madre, y dile que pronto iré a saludarla.

Me dio beso en la mejilla, y el aroma de su perfume me dejó maravillado. Olía delicioso.

Al cabo de unos días, una tarde cuando volvía de la universidad, Isabel se encontraba en mi casa hablando con mi mamá.

-Buenas tardes

-Hola hijo, mira quien ha vuelto.

-Hola Sra Isabel. Si. Olvidé decirte que el otro día nos encontramos.

Isabel llevaba puesta una falda negra un poco más arriba de sus rodillas que hacían lucir muy bien sus piernas, y una blusa blanca de botones que hacía resaltar muy bien sus senos a pesar de que no eran grandes, y acompañada de ese perfume que me cautivó desde aquel  día.

-¿Cómo estas Pablo   ¿Cómo va esa universidad

-Muy bien, aunque algo agobiado con tantos trabajos, no te dejan ni respirar.

-A propósito hijo, Isabel me estaba diciendo que su computador ha venido teniendo fallas, y pensé que tú podrías darle una mano ayudándola.

-Sí, de verdad que te lo agradecería, es que ya llevo días sin poder usarlo.

-Claro, mañana quedo libre después de las 2. Si quiere a las 3 paso para revisarlo.

-Me parece. Allá te espero.

Continuamos hablando por un rato más ahí en la sala los tres, y con descaro no dejaba de mirar sus piernas. Ella lo notaba y con disimulo con sus manos las acariciaba, y una vez que otra me lanzaba una mirada pícara haciendo que mi pulso se alterara. Sin duda empezaba a sentir cierta atracción hacia ella.

Al día siguiente tal y como lo acordamos, después de clases me dirigí hacia la casa de Isabel para saber qué le pasaba a su pc. Llegué casi a las 4, llamé a la puerta y al instante abrió ella, y de inmediato el aroma de ese perfume que alborotaba mis hormonas se coló hasta mis adentros.

-Hola Pablo. Pensé que ya no vendrías. Ven sigue.

-Gracias. Es que el tráfico esta algo pesado, pero bueno, aquí estoy.

Ella llevaba puesto un short con una camiseta negra, y tenía el pelo recogido con una moña. Mientras la seguía fue inevitable ver ese culo tan hermoso que tenía. Sus nalgas se veían redondas y muy firmes. Entramos al cuarto de estudio y señalando hacia el pc me dice:

-Ahí está. Es todo tuyo.

Lo encendí y proseguí a sentarme.

-¿Quieres que te traiga algo de tomar?

-Ehh un vaso de agua por favor.

Empecé a examinar el equipo, y no tarde mucho en encontrar lo que estaba fallando. Al instante llego ella con el agua. La puso a un lado de mi mano,  tomó una silla y se sentó junto a mí. Cruzando sus piernas de una forma llamativa agrego:

-¿Y es muy complicado lo que tiene el pc?

De reojo miré mientras cruzaba sus piernas, y de inmediato mi erección empezó a crecer.

-No, lo que pasa es que el disco C ya está muy saturado de información, y por eso es que se pone tan lento. Lo que hay que hacer es pasar archivos al disco D para darle espacio, eso es todo.

-Ah prefecto. Estaba convencida que era algo peor.

De repente un incomodo silencio se hizo en el estudio. No sé, pero empecé a sentirme algo nervioso. Al momento sentí  como ella acercaba un poco más su silla a la mía, y rompiendo el silencio replica

-Dime la verdad, te tardaste porque estabas con tu novia eh?

-No, en este momento no tengo, hace un par de meses se fue a otra ciudad.

-Oh ya veo. La debes extrañar mucho.

-Sí, la verdad  es que compartíamos mucho tiempo juntos.

Un breve silencio se hizo presente nuevamente, y con un hilo de voz muy pícara anota:

-¿Y tenían buen sexo?

La pregunta me tomó totalmente desprevenido. Enseguida mi pulso se aceleró, no sabía que responder, y  tome el vaso de agua y bebí un largo sorbo  y dejando nuevamente el vaso en su sitio, con voz titubeante respondí:

-emmm sí, la pasábamos muy bien.

Cambió de posición sus piernas, y nuevamente arremetió:

-¿Y les gustaba el sexo duro?

Su interrogatorio me estaba dejando totalmente en fuera de lugar. Cada vez me estaba sintiendo más nervioso, mi mente maquinaba una respuesta rápida.

-Ehh claro, atarla a la cama y casas así.

De inmediato se inclinó hacia mí, se acercó a mi oreja  y posando su mano sobre la mía replico:

-¿Y no te gustaría hacerme todo eso que le hacías a ella?

Mi corazón empezó a latir con fuerza, me quedé inmóvil  con los labios resecos, jamás me había sentido tan intimidado como ese momento, y no sabía cómo salir de esa situación.

-Pe, pero su esposo puede llegar en cualquier momento.

-No te preocupes por eso, el vendrá solo hasta la semana que viene. ¿Qué pasa?, ¿Tan poco deseable soy?. Al  menos eso no parecía anoche mientras me mirabas las piernas.

Su voz tan cerca a mí me hacía erizar la piel, la deseaba como loco, pero, ¿Cómo le iba a decir verdad que aún soy virgen?. Lo mejor era que lo hiciera de una vez, para luego no quedar como un imbécil al momento de entrar en acción. Así que me llene de valentía y respirando profundo me lancé.

-Ah pues, es que…. emmm, pues es que la verdad, con Dana nunca tuvimos sexo, y yo aún soy virgen.

Sus ojos se agrandaron, y en una actitud tranquila se acercó a mi boca y antes de besarme agregó:

-No te compliques por eso, déjamelo en mis manos, yo te puedo dar una pequeña muestra de lo que es el sexo duro.

Lentamente empezó a besar mis labios, su lengua se metía poco a poco en mi boca, luego mordió mi labio inferior, y llevó su mano a mi bulto. Al sentir el contacto mi excitación se incrementó, su mano frotaba mi erección por encima del pantalón  mientras seguí a besando mis labios.

Al instante se detuvo, y tomándome de la mano como si fuera un niño, nos dirigimos a una habitación que quedaba al fondo de la casa. Entramos y sentía como mis manos empezaban a sudar, mi pulso se aceleraba sin control, y sin mediar palabra se acercó a mí, y nuevamente empezó a besarme empujándome hasta caer en la cama. Una vez ahí, empezó a besar mi cuello mientras su mano se metía dentro de mi camiseta y acariciaba todo mi pecho. Sus manos eran tan suaves, lo hacía muy despacio, y sentía cómo mi erección era tan fuerte como el hierro.

Enseguida me quito la camiseta, se sentó en mi erección y mientras se frotaba muy lentamente, se desabrochaba la blusa hasta quitársela. Tenía un sostén blanco de encaje que la hacía ver demasiado sensual. Al instante con sus uñas empezó a rosar todo mi pecho, y de inmediato toda mi piel se estremeció, lo hacía muy despacio excitándome  cada vez mas. Luego con las yemas de sus dedos acariciaba mis pezones muy despacio, y de repente los pellizco cruelmente…Ahhhhh, gemí y me estremecí, luego se acerco y lamiendo el lóbulo de mi oreja me susurro: “Tranquilo bebé, no temas”. Enseguida siguió bajando por mi cuello besándolo, pasó por todo mi pecho y se detuvo en uno de mis pezones y empezó a lamerlo… No pensaba que fuera a sentir tanto placer en esa zona, lo lamía lento, y seme escapaban tenues gemidos. Lo seguía lamiendo con sigilo, y enseguida le dio una serie de mordiscos suaves, y eso detonó aún mas mi excitación y gemía mas..ahh ahh.

Luego se paso al otro, repitió la rutina pero a este lo mordió mas fuerte y tiraba de el como si quisiera arrancarlo. Ahhhhhhhh, gemí más fuerte, y enseguida lo soltó y lo lamía suavemente apaciguando el ardor. Esa sensación de dolor y excitación me estaba volviendo loco, y sentía como mi bóxer se mojaba.

En seguida se quitó el sostén, y tomó mis manos y las llevo a sus senos y guiándome hacía que los apretara con fuerza mientras ella se frotaba sobre mi erección. Sus senos no eran grandes, pero si redondos y firmes. Y en seguida llevó un seno a mi boca y tímidamente empecé a lamerlo, su pezón tan duro como una piedra, lo lamía y lo succionaba muy despacio disfrutando cada centímetro, y al instante me dice: Muérdelo… Procedí  a hacerlo mordiendo suavemente, y en seguida replicó: Más fuerte!…. Mis dientes se prensaron con fuerza…Ahhhhhhh, gimió fuerte y fue como si su excitación se hubiera triplicado. Llevo su otro seno a mi boca y me pidió lo mismo. Yo lo lamía y lo mordía con fuerza, y gemía sin parar mientras se frotaba sobre mi erección con más ímpetu.  Luego siguió bajando besando mi abdomen mientras desabrochaba el botón de mi pantalón. Me lo bajo a toda prisa, y junto con mis zapatos y medias me lo quito. Con sus uñas empezó a rosar las plantas de mis pies, lo hacía suavemente cuando de repente los palmoteó con fuerza. Enseguida sentí un corrientazo subiendo por mis piernas, y en segundos lo volvió a hacer más fuerte, ahhh, jadee y enseguida me dio una tanda se sendas palmoteadas una tras otra, y sentía como mis plantas ardían. Se detuvo y prosiguió a quitarme el bóxer. Mi erección estaba en su punto máximo, se acerco y lo tomo con su mano izquierda. Ese primer contacto me hizo estremecer, era la primera mujer que lo tenía en sus manos, y sentía mi corazón latiendo con fuerza. De su boca dejó caer una gota de saliva sobre la cabeza y con su dedo índice la esparció por toda la cabeza, y mientras lo hacía no dejaba de mirarme, disfrutaba ver como jadeaba  y a propósito lo hacía más despacio. Enseguida su lengua empezó a deslizarse desde la base una y otra vez hasta la cabeza, mi pulso se aceleró sin control, y al momento sentí como se lo llevaba todo a la boca, y empezó a mamarlo muy despacio. Ohh ahh ohh… Empecé a gemir sin parar, no sé si era por ser mi primera vez  pero sentía un delirio indescriptible. Sus mamadas eran profundas y lentas, luego  levantando su mirada para verme le dio un mordisquito a la cabeza, y me retorcí jadeando fuerte. Deslizó su lengua por toda la cabeza, y enseguida le dio otro, ohhhhh, uno más, ahhhh, “Sra Isabel”, le decía con la voz entre cortada. Cada gemido, cada jadeo ella lo disfrutaba, y prosiguió a mamarlo de nuevo, pero esta vez con más intensidad. Llevé mis manos a su cabeza y no paraba de gemir, sentía que ya no iba a aguantar más, y al notarlo se detuvo de inmediato.

Dejándome en suspenso, prosiguió a quitarse el short junto con las bragas. Quedó totalmente desnuda, se montó sobre mi y tomando mi miembro con su mano lo puso a la entrada de su sexo, y empezó sentarse lentamente, y sentía como mi miembro iba entrando y lo húmedo que su sexo estaba. Cuando ya entró todo, se inclinó hacia mí y lamiendo el lóbulo de mi oído me susurraba obscenidades y empezó a mover sus caderas muy despacio. Luego bajo a mi cuello, lo besaba y lo mordía, y paulatinamente sus movimientos se iban intensificando. Luego tomándome  de las muñecas las llevó por encima de mi cabeza y aprisionándolas  con fuerza, empezó a salir y entrar duro. Ahhh ohhhh, empecé a jadear, su cintura se movía en círculos con violencia, luego salía despacio y entraba muy duro…Ahhhhhh, mis jadeos se convertían ahora casi en gritos, esa mezcla de dolor con excitación se hizo presente de nuevo y mi adrenalina aumentaba sin control. Cuanto más fuerte me embestía, mas fuerte aprisionaba mis muñecas, era como si mis gemidos potenciaran su excitación, y enseguida me dio una serie de sentones salvajes uno tras otro..ohhhhh ahhhhh ohhhh…mis gemidos retumbaban por toda la habitación, aprisionando mis muñecas mas fuerte no paraba de moverse. Mi respiración se agitaba cada vez más, sentía que ya no podía mas y en segundos estallé en delirio…Ahhhhh gemía sin parar mientras descargaba todo mi esperma, me sentía tocando el cielo, y al estar con mis manos sometidas por ella, se hacía aun más intenso el orgasmo, de las cientos de veces que me había  masturbado, no recuerdo haber eyaculado de esta forma. Ella no paraba de moverse, y era tal mi excitación que aún terminado mi orgasmo seguía erecto, ella continuaba sin clemencia alguna, cuando de repente entró en delirio, ahh ahh ahh…sentía como sus fluidos se escurrían por mi miembro, sus caderas se movían violentamente y no paraba de gemir. No se detuvo hasta quedar totalmente extasiada, y rendida cayó sobre mi pecho, y susurrándome al oído me dice: “Esto solo fue una pequeña prueba de lo bien que lo podemos pasar”.