Siempre cerramos la semana con algo importante, y excelente hablando musicalmente, y esta no es la excepción. Luego de "In Amazonia" llegó "In Disequilibrium" el nuevo trabajo de otra de las reinvenciones de grupos clásicos que dan un batacazo y soprenden a todos con grandes trabajos, y otra vez junto al gran Peter Hammill. Una asombrosa colaboración entre los suecos Isildurs Bane y el cantante de Van Der Graaf Generator, en lo que para varios fue uno de los mejores discos de rock progresivo que salieron en el 2021. Y es que Isuldurs Bane tiene una larga tradición de eso de hacer música emocionante e interesante, superando fronteras, asumiendo riesgos y expandiendo su siempre variada paleta musical con su marca única de rock de cámara hecho rock. Una suite de dos temas para ofrecernos 45 minutos de música compleja, exquisita pero difícil de digerir, que requiere de varias escuchas para poder entrarle a la onda que propone, ya que entran en juego una multitud de instrumentos que combinan elementos del rock con la atmósfera y la sensibilidad de la música clásica, para acompañar la voz de Hammill, creando un espacio rico, enérgico y lleno de giros y sorpresas. Una orgía de emociones para dar forma a una maravilla sonora para ir cerrando otra semana a pura música en el blog cabeza.
Artista: Isildurs Bane & Peter Hammill
Álbum: In Disequilibrium
Año: 2021
Género: Rock sinfónico
Duración: 44:21
Nacionalidad: Suecia / Inglaterra
Isildurs Bane es un conjunto sueco de rock de cámara sinfónico integrado por avezados músicos que presentan su decimotercer álbum. Aquí, la banda sueca y el legendario cantante, compositor e instrumentista británico Peter Hammill (Van der Graaf Generator) ya han lanzado su nueva colaboración discográfica, fue el año pasado, y por alguna razón aún no había caído en las garras del blog cabeza. "In Disequilibrium" es el segundo álbum de la alianza creativa, sucesor de "In Amazonia" del 2019. Combinando la imaginativa y arriesgada música de los suecos Isildurs Bane, y la voz y la poesía de un artista que es una leyenda de la música progresiva.
El disco fue escrito durante el confinamiento y nació tras 14 meses de gestación, tiempo suficiente para armar el rompecabezas entre las melodías, las instrumentaciones, las letras y las voces. El conjunto trae un conglomerado sorprendentemente ecléctico de temas formados por un conjunto de texturas musicales, suntuosos detalles orquestales que conducen a contrapuntos rítmicos a veces disonantes, en compañía de delicados arreglos de guitarra y sintetizadores. Siempre ha sido un colectivo de músicos muy talentosos. Y habia dado un paso más al crear el "In Amazonia" de 2019, uno de los grandes discos de ese año que aquí fue presentado por el Mago Alberto, que en ese momento dijo lo siguiente, y sirve también para este disco que presentamos ahora. En realidad, podría haber sido escrito para presentar este disco y estaría perfecto:
Terrible amalgama que deja para la posteridad uno de los mejores discos que han aparecido este año, Isildurs Bane y Peter Hammill. Apareció hace unos días y ya captó la atención de cuanto medio especializado anda dando vuelta por el eter, y no es para menos, porque todo el buen gusto de Isildurs Bane se acopla perfectamente con la voz nostalgiosa y tan particular de Hammill, ¿el resultado?, un disco que te pone patas para arriba, una realización repleta de sonidos atmosféricos, coros extraños, arreglos de vientos que te aparecen de golpe y no te dan respiro, guitarras aullantes, teclados apabullantes, y la poesía a granel que te sopapea Hammill.
Hay tanto para descubrir en este disco que no bastan un par de escuchadas, acá el caudal musical te presenta un verdadero desafío, así que cabezonas/es a esta inmensa obra hay que darle su tiempo, su momento, y no se van a arrepentir.
La voz de Hammill suena increíblemente fresca, actual, y mucho mejor que varias producciones de VDGG e incluso realizaciones de su carrera solista, todo un logro.
Tracks repletos de TODO, un disco que será recordado con el tiempo. Una perla, una joya que sacude la modorra, ultra super recontra recomendado.
Mago Alberto
Además lo que había dicho el querido Mago, esto es lo que había comentado en aquella oportunidad Mats Johansson, líder y compositor de Isildurs Bane, y que también sirve perfectamente a esta nueva obra que ahora traemos a la palestra.
"Además de las letras fantásticas y las melodías vocales, Peter ha influido en parte de mi proceso de composición de una manera muy positiva. Noté que podía crear ritmos arriegados, y partes casi atonales. Nada parecía preocupar a Peter. No solo eso, sino que entregó sus partes rápidamente y ocupando lugares que honestamente no había esperado. Eso, en cierto sentido, lo convirtió en el capitán de la nave en más de una oportunidad. No hace falta decir que me sorprendió en varias ocasiones y siempre de una manera realmente buena".Mats Johansson - Líder y compositor de Isildurs Bane
En definitiva, una fórmula mágica donde se combinan dos elementos aparentemente muy diferentes y da un resultado excepcional, creando algo nuevo e impensado. Este álbum demuestra un arte magistral en la creación de una música maravillosa y atractiva. Otro imperdible del blog cabezón. Y vamos con los comentarios de terceros...
La fómula puesta en practica en el anterior álbum publicado en el año 2019, repite experiencia en esta nueva entrega que ha contado con el respaldo de Ataraxia Productions, en la que se dan cita músicos de la talla de Johansson; teclados, Klas Assarsson; Marimba, vibráfono y resto de percusiones, Katrine Amsler en los teclados ,Samuel Hällkvist guitarras, Luca Calabrese en la trompeta, Axel Croné bajo electrico, contrabajo, guitarras y teclados, junto con Liesbeth Lambrecht; Violín y viola, Kjell Severinsson; Batería y Jan Severinsson y sus habilidades previsibles en la metodología de la secuenciación. A la orgía se han sumado colaboradores como Pat Mastelotto , Johannes Persson, Adam Sass, Xerxes Andrén, Pieter Lenaerts y John Anderberg para abordar disfuncionalidad conceptual basada en los nefastos resultados que el aislamiento pandémico está causando en quienes no lo acuñan a un secreto a voces emitido por la previsión sistemática. No cabe duda de que la circense función Covidiana se ha convertido en el estribillo más notorio y eficaz para edulcorar cualquier propuesta cultural sostenible ante el sacrosanto turismo explorador.
Las prodigiosas mentes que han cultivado innovación en la cuerda floja de la vanguardia logran convencer con el trazado de una obra discográfica en cuya actitud compositiva y resolutiva manifiesta la incandescente actitud de un incombustible Hammill, a quien a mesa puesta ha trazado el esquema perfecto para desarrollar un papel vocal cuyo cuestionario estará por merito y derecho propio declinando la balanza hacia la variante más positiva. Y cuando contamos con viento favorable obviamente la producción y su proceso de engranaje no puede jugársela ocultando triquiñuelas de ases bajo mangas de estrechos conductos colaterales.
El resultado global de esta obra fragmentada en dos Suites de usanzas metódicas de carácter sueco no permite que la decepción perceptiva se filtre por el resquicio de lo insospechado. Hay que admitir que la obra posee la solidez uniforme que precisa un trabajo discográfico de estas características, cuando las prisas no son la prioridad ante la sensatez profesional, y más aún, teniendo en cuenta que la anormalidad previa al fenómeno pandémico, fue avistada desde el año 2014 por los piratas del éxito garantizado. De cualquier forma, la astucia sueca siempre ha ocupado una privilegiada plaza en la construcción armónica y la elaboración modal en toda una gama de propuestas confeccionadas para abordar el despiste y desde la calle de atrás, eludir normas que cuanto menos resultan novedosas ante la industria progresista, para cuyos nuevos adeptos el nombre de Isildurs Bane, les resulta más familiar que que una PCR o extravagancias de cuestionable laboratorio esquizoide como Pfizer entre otras agitaciones de la nueva hornada de los secretos de la imposición.
No aceptar que el desequilibrio unánime procede desde tiempos extremadamente pretéritos a la sociedad occidental y usar la actualidad como recurso, no es muy digno por parte de cualquier servidor del arte, al menos si el mismo porta bajo percha un precio asequible, pero la Suecia progresista que en el nuevo milenio preserva la efervescencia retro, puede ser exculpada en cierto modo gracias obras como esta donde se engloba pólvora mojada, que puede llegar a secar la humedad de miradas de pana.
Las propuestas discográficas de Isildurs Bane, han estado y siguen permaneciendo destinadas a conquistar la admiración de los músicos del colectivo minimal y vanguardista, y sus escasos fieles portadores de criterio, a pesar de contar con contras y pros ajenos a pronósticos de reserva. Lejos de la bastarda tiranía que sufre el circuito del ''Proj'' actualmente en todos los rincones de un mundo más perfecto que nunca, os aconsejo que huyáis a paso ligero de cuantas ''reseñas'' en el laberinto de los contrastes puedan tener obras como esta, dentro de una actualidad musical de culto, cuyos verdugos de Bic naranja o cristal, la siguen plasmando de la manera más anormal, y más aún cuando en las quimeras del todo vale, la pena no la merece ni el héroe de una leyenda otorgada a dedo por la pluma del insaciable oportunismo. Dentro y fuera de Suecia, en la siempre escabrosa y cada vez más aberrante y competitiva escena de la innovación musical, se suceden de forma inesperada puntuales obras musicales que en una diminuta escala colorean la esperanza en no perder esa normalidad que siempre ha estado presente de forma inquebrantable por los tribunales de la sequía.
Un afortunado encuentro de mentes geniales. Los suecos de culto, Isildurs Bane, y la gran leyenda viviente, Peter Hammil, se reúnen nuevamente en colaboración. A mediados del año, lanzando su nuevo disco, In Disequilibrium, continúan su legado. Mantienen las claras distinciones de sus carreras, retoman la fórmula de la brevedad y la consistencia.
Con tan solo dos canciones, nos mantienen a la expectativa de cuarenta excelsos minutos. Tal vez por motivos de difusión se ha preferido dividirlas en movimientos o secciones en lugar de dejarlas correr como los lados llanos y extensos de los viejos vinilos. Sin embargo, esto solo queda como una observación superficial. La presentación sobra.
La pieza principal, In disequilibrium, con sus tres partes, reúne todo lo que puede ser reunido por estos veteranos: rock porgresivo, arreglos de cuerdas sinfónicos, atmósferas, experimentación, hasta un poco de psicodelia. Pero no a las viejas maneras setenteras, ochenteras o incluso noventeras. Al señor Hammill e Isildurs Bane les interesa estar actualizados. A veces sí se llegan a escuchar reminiscencias del pasado de ambas carreras musicales, incluso ostinatos grandilocuentes que una banda como Marillion utilizaría en su época más resplandeciente con Fish, no obstante, se suben a la avanzada de lo digital e impulsan el eclecticismo desde sus posibilidades más cercanas.
A través de ponerse exigencias ellos mismos, alcanzan una obra tripartita muy interesante, logran enganchar con mucho movimiento y ritmo. Las amalgamas no faltan. Constantemente bombardean los oídos con variaciones melódicas. La segunda parte es más solemne, incluso tradicional en su forma, contribuyendo a una familiar sensación de composición suite. La última parte es una constante progresión de alta calidad y en esta misma sí se deja un poco de lado los teclados junto con la orquesta para presentar un rock a paso lento con solos de guitarra y una batería más ruda. Por supuesto, la predominancia del ritmo por parte de Isildurs Bane es la línea conductora; las líneas y líricas de Hammill, el gran remate. Así, transcurre medio disco ya, con un grupo de longevos señores que se siguen reinventando con mucha pasión a través de melancolía y juegos de percusiones a la vieja buena manera de Zappa.
Gently (Step by Step), por su lado, a lo largo y ancho de sus cuatro partes, se abre a nosotros apostando más por lo atmosférico. Como una experiencia muy religiosa, la extensa segunda canción, crece entre las líneas de Hammill, órganos y baterías programadas. Ni siquiera existe el rastro que nos haga pensar en un género determinado. Lo pensamos como rock progresivo ya por inercia, por la necesidad de darle un nombre o etiqueta. Pero esta forma de composición es muy madura y ya posee el potencial de alcances diferentes. Así como las letras, la instrumentación y los arreglos son un ejercicio sensorial de coloraturas y timbres musicales que refuerzan en sus motivos la existencialidad tan expresiva de su letrista.
El cierre del álbum, paso a paso, se convierte en una aventura espacial, con una orquesta de rock híbrida entre lo clásico y lo digital. Abundante en instrumentación de viento con un registro muy bajo, aprovecha los recursos de las percusiones para lograr una ambientación de un color y ánimos muy luminosos. Podríamos decir que incluso estamos ante una obra que se distancia de lo más tradicional para acercarse más al lado apreciativo y contemplativo del post-rock.
En el momento de su culminación, podemos quedar perfectamente satisfechos. No por complacencia. Peter Hammill nunca ha trabajado para complacer a nadie ni a sí mismo. Es un hombre dedicado a expresar sus letras poéticas con la música más adecuada, no la que un capricho imponga. Aquí, cumple con sus principios. Aunque conserva su nombre por fuera de Isildurs Bane, es claro que ha decidido trabajar con ellos por algún click que han tenido en común.
Tanto la expresiva voz de uno como la música rica en ritmo de los otros se corresponden mutuamente. Y al contrario de muchos otros artistas, se favorecen por completo gracias a la total ausencia de nostalgia por el pasado. Esto les permite tener una mente clara y abierta para continuar explorando el potencial de sus propuestas. Favorece también a los escuchas pues no hay esa sensación incómoda de las viejas bandas que se repiten a sí mismas cada vez con menor calidad y menor honestidad. Entonces, son así consecuentes tanto el señor Hammill como Isildurs Bane con un propósito artístico, con intenciones ciertamente profundas, incluso reflexivas, que miran más allá de los egos superpuestos. Se mantienen ajenos y lejanos con respecto a la idea de comercializar su nombre como una marca. Optan por el camino de la música como viaje y finalidad en sí misma.
Dante Rodríguez
Ahora el reto ya no está del lado de los músicos porque su misión se ha cumplido con creces y a la perfección, sino que ahora el reto está del lado del oyente, de ustedes, de vos. Tendrán que escuchar varias veces y con mucha atención para comprender todas las sutilezas que abundan en este trabajo. La producción es impecable, nada se ha dejado al azar. "In Desiquilibrium" se mantiene en línea con el álbum anterior "In Amazonia" en términos de calidad absoluta.La calidad está asegurada, el resto, queda en vos!
Lista de Temas:
1. In Disequilibrium, Part 1 (6:49)
2. In Disequilibrium, Part 2 (9:32)
3. In Disequilibrium, Part 3 (8:36)
4. Gently (Step by Step), Part 1 (2:20)
5. Gently (Step by Step), Part 2 (6:28)
6. Gently (Step by Step), Part 3 (2:13)
7. Gently (Step by Step), Part 4 (8:23)
Alineación:
- Peter Hammill / vocals, guitar
- Katrine Amsler / keyboards, sound design
- Klas Assarsson / marimba, vibes, percussion
- Luca Calabrese / trumpet
- Axel Croné / bass, woodwinds
- Samuel Hällkvist / electric guitar
- Mats Johansson / keyboards
- Liesbeth Lambrecht / violin, viola
- Jan Severinsson / live sound
- Kjell Severinsson / drums