Os presentamos un destino con encanto en España , es la isla de Tabarca a un paso de la costa alicantina, con sus aguas transparentes, sus fondos marinos y su abundante fauna y flora. El carácter subtropical de las aguas invita constantemente al baño y ofrece al buceador el panorama de abundantes bancos de peces, estrellas de mar y una gran diversidad de algas que forman una increíble gama de colores.
El apartado gastronómico es verdaderamente especial. En algunos restaurantes de la isla se puede degustar, en temporada, uno de los bocados más exquisitos que existen: el calamar de potera a la plancha. También hay que probar allí el espléndido y típico caldero tabarquí, que consta de dos partes: pescado (que se toma en primer lugar siguiendo la tradición marinera) y arroz a continuación. Inolvidable.
Ciudad, rodeada de impresionantes murallas, muy bien conservadas en su mayoría, y con acceso a través de tres grandes portadas: la puerta de San Rafael, que queda al lado de Levante; la de San Gabriel, mirando a poniente, y la puerta de San Miguel, con vistas a la ciudad de Alicante, que desemboca en un acantilado bajo de roca redondeada llamado por los lugareños «El Puerto Viejo». Pero lo que más llama la atención al visitante, por su monumentalidad, es la Iglesia de estilo barroco.
Se recomienda pasear por el núcleo urbano y visitar el museo de la isla.
El visitante puede alojarse en la propia isla debido a la apertura de establecimientos de alojamiento en los últimos años.
El trayecto en barco a la isla de Tabarca se puede realizar cómodamente desde Alicante, Santa Pola, Guardamar y Benidorm.