No quería empezar nuestras aventuras por Noruega, sin antes terminar de hablar de Islandia y aunque ya ha pasado más de un año, muchas cosas se han quedado en el tintero por falta de tiempo… Así que ahí vamos.
Nuestro último día en la tierra del fuego y del hielo antes de la vuelta a casa, la dedicamos a visitar “The Golden Circle”. Se trata de una excursión imprescindible y que discurre, entre otros, por los tres puntos clave del paisaje e historia Islandesa (Gullfoss, Geysir y Pingvellir).
La primera parada la realizamos en Nesjavellir, la segunda Central Geotérmica más grande de Islandia, situada en un área geotérmica de alta temperatura y la cual tuvimos el placer de visitar.
Después, nos aventuramos hasta el Parque Nacional de Pingvellir donde se fundó el parlamento islandés “Althing” allá por el 930 A.D, considerado el más antiguo del mundo. Pero Pingvellir es también impresionante por naturaleza y patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Se trata de un accidente geológico donde se separan las placas tectónicas de América y Euroasia creando un paisaje impresiónate.
Desgraciadamente no puedo ofreceros ninguna de mis fotos, porque a pesar de la espectacularidad del paisaje, había tanta gente que parecían las ramblas de Barcelona en pleno inicio de la operación rebajas. Así que para tener cientos de chubasqueros de colores sacando fotos como nipones poseídos, prefiero no tener nada.
Continuamos nuestro camino hasta llegar a la inmensa catarata de Gullfoss, que sin duda es una de las más impresionantes de Islandia.
Gullfoss se encuentra en el río Hvitá, que en ese punto tiene una caída al vacío de 32 metros de altura repartida en dos tramos y precipitándose en una grieta de 20m de anchura y 2,5km de longitud.
Teniendo en cuenta que estuvimos en época de deshielo, el espectáculo aparte de sorprendente es ensordecedor y es inevitable bajar hasta el nivel inferior, para sentir y contemplar de cerca, tan magnífica demostración de la naturaleza.
La contra, es el gripazo que te llevas de regalo, lluvia + vapor de la caída de agua + viento, no son muy buena combinación. Lo que disfruté no tiene precio y para todo lo demás, MasterCard
Para terminar con lo que parecía una prometedora excursión a medida que el tiempo avanzaba, nos encaminamos hacia la zona geotérmica de Geysir y Strokkur.
Se trata de una zona geotérmica mundialmente conocida y un increíble espectáculo de la naturaleza por los chorros de agua caliente. Toda la zona está llena de vapor que desprenden las charcas reduciendo un poco la visibilidad, así que por seguridad, la zona está vallada para evitarle a algún despitado, un baño de agua calentita a 100ºC.
Sin duda, el géiser más famoso es el Geysir, que con un diámetro de más de 20 metros se dice que podía alcanzar hasta los 60 m de altura.
Por desgracia a partir de los primeros años del s.XX empezó a perder su actividad vencido por la agresión de la química artificial. Como no era muy activo, algunos descerebrados pensaron que echándole jabón y productos químicos conseguirían acelerar la frecuencia. El efecto fue el contrario y actualmente es tan sólo un vestigio de lo que fue, una gran charca de agua caliente.
Así que la atracción de la zona es el Strokkur, situado a tan solo unos metros del Geysir y aunque algo más pequeñito, tiene una frecuencia regular de erupción de 5-10 minutos llegando alcanzar hasta 20 metros de altura y ya os digo que es suficiente para soltar algún que otro WOW!!
Te quedas pegado ahí esperando, una y otra vez, ver las erupciones, flipando de cómo puede existir un fenómeno así. Impresionante vamos.
Regresamos cansados a Reykjavik para cenar y hacer las maletas, aunque no pude evitar inmortalizar el sol de medianoche, así que aquí tenéis algunas fotos de Reykjavik a las 22:44h de una noche de junio. A ver quién es el majo que consigue dormir con esa luz.
Terminaba así nuestra última excursión por Islandia, al día siguiente salía nuestro vuelo de regreso. Así que tras una intensa semanita disfrutando de unos paisajes increíbles, regresamos a Barcelona con unas 1000 fotos. Casi nada!!!
Aix… como adoro la era digital
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