Hace un par de años, llevamos en coche a uno de mis gatos, Azti, porque no conseguía cerrar la boca y le caían hilillos de baba. Nos llevo una amiga al veterinario mas cercano y pronto lo mas grave fue descartados, resultando ser una infección leve en la boca combinada con que Azti para el tamaño de boca tiene los colmillos muy grandes. Durante el viaje de vuelta, mas tranquilos, conversamos sobre mascotas y animales y salieron dos datos muy curiosos que son la base de esta entrada.
Por un lado, nuestra amiga (Que por cierto es portuguesa. Hay una comunidad portuguesa sorprendentemente grande en esta zona), que ya lleva años residiendo aquí, nos contó que hasta los años 80, los perros estaban prohibidos y que por eso se veían tan pocos. Realmente, hay relativamente pocos perros en Islandia, sobre todo si lo comparamos con el numero de gatos que soy muy abundantes y se suelen tener varios en cada casa (Yo mismo tengo cuatro y se de la hermana de un compañero mio de trabajo que tiene siete), siendo una visión muy común en cualquier pueblo o ciudad, y aun así impacto medioambiental es casi nulo. Pero en el caso de los perros, el dato me llamo la atención de sobremanera, por lo que me puse a investigar, porque nuestra amiga no sabía las causas exactas de tal prohibición. Tras buscar por internet y mirar algunos libros en la biblioteca, me entere exactamente de a que se había debido la prohibición.
En Islandia, los perros tienen una larga tradición ya que llegaron con los primeros colonos de la isla y algunos ha llegado a ser personajes de sagas islandesas muy famosas como la saga de Njal.Sin embargo, entre los años 1924 y 1984, los perros domésticos (Es decir, la tenencia de perros como mascotas) estuvieron terminantemente prohibidos en la capital, Reykjavík, no en toda la isla. Saltarse la prohibición podía acarrear fuertes multas y hasta penas de cárcel.
La prohibición de perros en la ciudad de Reykjavík no fue un extraño ataque de locura anti-canina y ni un capricho nacionalista como paso con el tema de la cerveza y su prohibición. En realidad, fue una medida un tanto desesperada y drástica debido a la situación socio-económica en la que estaba el país a a finales del siglo XIX, principios del siglo XX. Islandia formaba parte del Reino de Dinamarca y dependía sobre todo de la agricultura y la ganadería. Reykjavík era población pequeña con una población compuesta sobre todo por agricultores, ganaderos y gente que trabajaba en el mar de una forma u otra. Sin embargo,Reykjavík iba creciendo muy rápidamente gracias al comercio exterior que había estado vetado a todo lo que no fuera Dinamarca durante el Monopolio Danes. Aunque había bastante terreno, los residentes de Reykjavík estaban bastante hacinados, debido que era caro comprar terrenos agrícolas para usarlos para construir viviendas, o adecuar terrenos volcánicos para hacerlos habitables (Reykjavík significa "Bahía de los Humos" por su gran cantidad de fuentes de aguas termales y puntos donde el vapor del subsuelo sale a la superficie). La sobrepoblación incontrolada trajo, como suele pasar, suciedad, basuras, enfermedad, plagas,... y una enorme cantidad de perros callejeros que vagaban por las calles formando manadas en busca de comida, calor y refugio. Muchos vienen de granjas y pueblos donde habían nacido varias camadas y al no poder dar lugar a todos, se volvían perros vagabundos. Reykjavík, con sus zonas de aguas calientes y muchas oportunidades para comer sacando cosas de la basura se antojaba para ellos un destino ideal
Aun así, los islandeses consideraban a los perros animales de trabajo en el campo y no animales de ciudad, por lo que desde el gobierno local, se empezó a expulsar a los perros para restablecer el orden y la limpieza. Pero en 1924, se dio la voz de alarma, cuando se descubrió que los perros eran los portadores de la Tenia o Taenia que provoca la equinococosis. Es un tipo de tenia que puede transmitirse de las ovejas a los perros y de estos a los humanos. Es particularmente peligrosa porque puede causar infecciones intestinales severas, ceguera permanente y la muerte. Es 1924, muchas autopsias de residentes fallecidos de Reykjavík mostraron la presencia de este parásito malicioso. Esto hizo que las autoridades de la capital, encabezadas por el alcalde Knud Zimsen (Conocido por ser el alcalde de la capital que mas tiempo ha estado de seguido en el cargo, más de 18 años y medio) prohibiera a las personas tener perros como mascotas.
La prohibición estuvo activa durante 60 años, de 1924 a 1984. Durante todo ese tiempo, Reykjavík estuvo casi completamente libre de perros, a excepción de muy contados animales que requerían permisos especiales, por ejemplo, perros policía. La situación fuera de la ciudad era diferente: muchas personas poseían perros de caza, ratoneros y perros para el pastoreo de ovejas.Debido a que los perros fueron prohibidos en Reykjavík durante tanto tiempo, los residentes optaron por los gatos, ya que se les considera animales mucho más limpios y menos exigentes que los perros, mejores exterminadores de plagas como ratones y ratas y mucho más adecuados para vivir en el interior de las casas. Por eso, si vamos a cualquier punto de Islandia, pero sobre todo en Reykjavík se pueden ver muchos gatos, sobre todo en verano, cuando salen a la calle tras el invierno.
La prohibición de tener perros se levantó en abril de 1984, siendo alcalde de la ciudad Davíð Oddsson (Que fue también en otras ocasiones, Primer Ministro y Ministro de Exteriores). Aún así, para tener un perro, hay que obtener un permiso especial, vacunarlos, chipearlos y acatar y cumplir varias leyes y normativas locales (Por ejemplo, en muchos puntos de Islandia esta terminantemente prohibido llevar los perros sueltos, son correa). La adquisición y adopción de perros esta regulada, y se hacen seguimientos. Por otro lado, el abandono, trato negligente y sobre todo el maltrato esta severamente penado con multas, penas de cárcel y sanciones administrativas, incluidas inhabilitaciones. La importación y exportación de animales vivos esta muy vigilada y los perros venidos de fuera han de pasar un periodo de cuarentena, debido a que el ecosistema islandés esta libre de muchas enfermedades como la rabia y parásitos (Y esto es tanto para perros como para gatos, o cualquier otra clase de animal).Ademas, y para terminar, el cuidado y protección de los animales es muy estricto, lo cual ha llegado permitir, por ejemplo, recuperar razas como el Canis Islandicus, o perro ovejero islandés, pero de el os hablare en otra entrada, proximamente.