Israel, Estado provocador y asesino

Publicado el 12 agosto 2011 por Rgalmazan @RGAlmazan
Claro que la responsabilidad no es sólo del Estado de Israel, sino de la Comunidad Internacional, sobre todo de USA que le apoya de forma definitiva. Pero ahí están haciendo de nuevo de las suyas.

Como quiera que tienen graves problemas económicos –y eso que debe ser el país que más ayuda gratis recibe—, la semana pasada salieron a la calle 300.000 indignados israelíes. Lo que ha hecho que, por primera vez en mucho tiempo, los medios informativos hablaran de un conflicto interno y no contra Palestina.

El gobierno israelí ha quedado tocado y tenía que reaccionar. ¿Y cómo reacciona Israel? Como siempre, haciendo pagar, también esta crisis económica, a los palestinos. Porque, con la excusa de que los indignados han pedido, entre otras cuestiones, viviendas, las autoridades israelíes ya han encontrado la solución: Construir 4.300 viviendas en Jerusalén Este, en territorio palestino. O sea que ellos no tienen nunca problemas, ahí están los palestinos para pagar la factura.

Naturalmente, de nuevo, ha habido una condena internacional, que ya saben lo que les importa a los israelíes. Se lo pasan por el arco del triunfo, puesto que no tiene la menor repercusión, y dentro de un mes, todo olvidado de nuevo.

Pero es tanta la cara dura y la desvergüenza que encima se recochinean y deben pensar que el mundo está lleno de idiotas o de yanquis, porque el ministro ultraortodoxo Yishai ha dado razones de pesos: "La gente necesita vivir y no hay espacio en Rehavia o Nahlaot [barrios en Jerusalén occidental], construimos donde podemos". Y se ha quedado tan fresco. Así es que, cuidado, no vaya a ser que se les acabe el sitio en Palestina y sigan ampliando Israel, construyendo en otros países, que todo podría ser.

En fin, otra ignominia de este Estado provocador y asesino, que ha convertido al pueblo palestino en un pueblo esclavizado y sin derechos. Está claro que el gobierno israelí en vez de invertir en paz, lo hace en ocupación, extorsión y asesinatos.

Salud y República