Diplomáticos israelíes, según el periódico, enviaron el pasado fin de semana cables confidenciales a sus colegas foráneos en un intento de convencerles de que “la estabilidad del (actual) régimen egipcio responde a los intereses de Occidente”, y que deberían cuando menos limitar sus críticas contra Mubarak.
“Los americanos y los europeos se dejan llevar por la opinión pública y olvidan sus verdaderos intereses (…) Lo que deberían es hacer sentir a sus amigos en la región que no están abandonados al libre albedrío”, declaró a Haaretz un alto funcionario del estamento político israelí.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, prohibió a los miembros de su Gabinete comentar los acontecimientos en el país vecino y destacó que el objetivo fundamental es preservar las relaciones de paz consagradas en el acuerdo bilateral de 1979.
El Ejército israelí, según Haaretz, deberá someterse a una reorganización ante el peligro de que el futuro Gobierno egipcio asuma una actitud mucho más hostil hacia Israel. “En los últimos años nadie se ha barajado en serio la posibilidad de que divisiones egipcias entren en la península del Sinaí”, señala el periódico.
Los disturbios en Egipto ya causaron al menos 150 muertos y más de 4.000 heridos, según la prensa árabe. En el país se decretó un toque de queda y las tropas procuran frenar los actos de violencia y merodeo. Mubarak, quien lleva 30 años en el poder, ordenó el pasado viernes la formación de un nuevo Gabinete pero las protestas continúan y varios países ya procedieron a la evacuación de sus ciudadanos desde Egipto.
Fuente: ARGENPRESS, RIA NOVOSTI