Cuando hacemos el check in, le digo a Audi que mi nombre es Mercedes y reimos al unísono. Nos dice que aquí en Nazareth los judíos, cristianos y musulmanes conviven en armonía, ayudándose unos a otros y en paz. Que es una ciudad muy segura y lo dice porque los viajeros a veces tienen dudas y nos anima a que nos sintamos como en nuestra casa.
Nos aloja en la última planta que es como una casa apartamento con la habitacion, sala-comedor y un balcón con bellas vistas a la ciudad antigua.
La puerta de entrada a este piso es un búnker y nos comenta que aquí se alojó el Embajador de Bégica en el 2013 con su mujer. Hay una placa conmemorativa. Todo un privilegio porque la casa es preciosa y nos deja toda la planta para nosotros.
Audi es muy sociable y educado, lleva una cruz de oro colgada en su pecho y tiene cara de buena persona. Le doy las gracias por habernos alojado aquí por un precio similar a una habitación doble.
Dejamos las mochilas, salimos a dar una vuelta y cruzando el bazar llegamos a la Iglesia de la Anunciación, un mamotreto descomunal donde destaca su cúpula octagonal.
Aquí es donde el arcángel Gabriel anunció a la Virgen María, en lo que era su propia casa, que estaba concebida por la gracia de Dios. Podemos apreciar la cueva donde vivía en su parte inferior.
En la parte superior se encuentran dando misa y podemos observar los distintos murales de mosaico de diversos países como España, Andorra, Italia, Francia, Bosnia, República Checa...y la gran cúpula. La iglesia es de nueva construcción, de los años 60 pero es de gran interés para los fieles.
En la zona norte de la ciudad vieja, visitamos la Iglesia de San José, donde se supone que el marido de María tenía la carpintería.
Bajando al piso inferior se ve la cueva donde estaba ubicada y algunos de los mosaicos de la casa. Hay un cuadro que representa a San José en su carpintería y María elaborando el pan y a Jesús, cuando aún no daba sermones en la región de Galilea.
Nazareth es la cuna de la buena mesa, es la ciudad de la gastronomía por excelencia y optamos por ir al restaurante árabe Abu Ashaf, famoso por elaborar el mejor hummus y los katayef, unos pastelillos en forma de media luna con queso fresco, frutos secos, cardamomo y canela bañados en sirope.
El Sr. Abu tiene el restaurante repleto de objetos que fue recopilando a lo largo de estos años. Conoce bien Barcelona, había tenido 3 restaurantes árabes en nuestra ciudad y que se hacían buenos negocios.
Le pregunto por un cuadro con unas norias de agua, si es la ciudad de Hama en Siria, me dice que si, y orgulloso nos va enseñando las cosas que tiene expuestas, muchas de ellas valiosas, algunas en plata y oro y que por ello no permite hacer fotos. Pero me deja hacer dos. Le doy las gracias.
Después de disfrutar de la gastronomía local, nos acercamos a visitar la Iglesia Ortodoxa Griega de la Anunciación, también conocida como la Iglesia de San Gabriel.
En su interior encontramos la fuente, que según los griegos ortodoxos, el Arcángel Gabriel le anuncia a María su estado, otra versión diferente a la cristiana, así que una se hace un poco de lio con estos dogmas de la religión...
Como no nos dejan entrar en la Casa de Baños porque hay que entrar en grupo o te hacen pagar una barbaridad, optamos por irnos a nuestro balcón con vistas una vez anochece...