La defensa aérea del país hebreo ha sido reforzada y a las aeronaves civiles que se acercan a su territorio se les pide que se identifiquen mucho antes de lo que requieren los protocolos normales, según ha puesto de manifiesto la televisión local Channel 2 citada por 'The Times of Israel'.
Aunque en un primer momento se presumía que el Boeing 777 de la aerolínea malaya se había estrellado en el océano, las transmisiones pasivas por satélite de la aeronave indican que hizo un cambio de rumbo deliberado y pudo haberse dirigido hacia el norte, a Asia central.
Pakistán ya ha dicho que el vuelo nunca fue detectado por su radar, pero algunos expertos han sugerido que el avión podría haber aterrizado en Bangladesh, cuyo sistema de defensa aérea es presumiblemente más débil.
Aunque la posibilidad de que el jet pudiera ser utilizado en un ataque terrorista es una mera especulación, es evidente que está siendo tomada en serio por parte de Israel.
Según un informe técnico, el avión, que desapareció el pasado sábado 8 de marzo, pudo volar cuatro horas tras desaparecer de los radares, por lo que pudo cubrir una distancia de 4.000 kilómetros. Con esta hipótesis en la mano la aeronave podría haber llegado hasta el Mar Arábigo, frente a Pakistán. Por otra parte, se informa que radares militares detectaron un avión al noroeste de Malasia a la misma hora a la que desapareció el vuelo MH-370. Esta versión apunta a que la aeronave pudo volar hasta las islas Andamán. Mientras tanto, una fuente citada por la agencia de noticias Bloomberg afirma que la última transmisión vía satélite del avión de pasajeros se puede situar en el océano Índico, al oeste de Australia.
Fuente: Times of Israel