La serie se basa en un manga abierto, con seis tomos hasta la fecha, de Hazuki Matcha y sale publicado en una revista de corte shonen. Lo digo porque me parece curioso que muchas veces se diga que el shojo es el género cursi y ñoño por excelencia y luego, entre los shonens, hay auténticas monerías como la que es esta serie.
Un lunes, al pedirle que sea su amiga, ella le rechaza diciendo que, aunque le gustaría, no puede ser. Deprimido, va a contarle su fracaso a su mejor amigo, Shougo Kiryuu, quien le aconseja que le pregunte el motivo de ese rechazo y le comenta que la ha visto subir a la azotea. Allí se la encuentra comiendo sola pero ésta se marcha ignorándolo por completo.
Al día siguiente, Yuuki lo vuelve a intentar y ella acepta comer juntos aunque no sean amigos. Todo va bien y se empieza a formar un bonito lazo aunque ella lo siga negando, hasta que el Viernes le dice que lo olvide todo y que el Lunes siguiente haga como si no hubiese pasado nada, pues ella lo olvidará. No la termina de entender ni de creer pero, efectivamente, al Lunes siguiente, Kaori le muestra la misma mirada fría que antes de la semana anterior. Lo ha olvidado por completo. Y es que, cada Lunes por la mañana, al levantarse, Kaori pierde todos los recuerdos que se hayan formado durante la semana anterior de sus amistades.Si fui reticente a empezar la serie en su momento fue por lo absurdo de la premisa y por lo que preveía que iría pasando a lo largo de los capítulos. Era fácil de imaginar y no me equivocaba mucho. La serie peca de previsible porque es evidente que ella se hará un diario (en el mismo OP te lo muestran) que leerá los Lunes por la mañana, que un día lo perderá, que se sabrá el motivo de su extraña amnesia, que lo irá superando y se acabará haciendo amiga de Yuuki, Shougo y cada vez más gente. Aún así, es una serie muy bonita que me alegro de haber visto. Y aunque el manga esté abierto, el último capítulo deja lo suficientemente satisfecho como para no ser imprescindible una T2, claro que si la hacen, mejor.La premisa de la historia es bastante débil y se tambalea fácilmente. Además, viendo que es una serie actual, no entiendo cómo es que a nadie se le ocurre que se hagan fotos con los móviles, o en las máquinas de fotos instantáneas tan famosas en Japón, o con una cámara más o menos decente. Si Kaori empapelase su cuarto de fotos con sus amigos le sería más fácil sobrellevar su problema cada Lunes. Teniendo esto en cuenta, lo mejor es ver la serie pensando únicamente que es una bonita historia de amistad con sus momentos de drama, será mucho más disfrutable y funciona así mucho mejor que cuando se lía con los problemas de la protagonista.