Dinamarca, paradigma de sociedad evolucionada. El país con los mejores salarios, la población más feliz, los políticos menos corruptos… La sociedad perfectamente equilibrada, envió a prisión a Nora Christiansen, Christian Schmutz, Joris Thijssen y al director de Greenpeace España, López de Uralde por exhibir la pancarta: “Politicians talk, Leaders act” (”Los políticos hablan, los líderes actúan”). Afortunadamente, ya se encuentran en libertad, pero a la espera de juicio.
Semi-seriamente, encarcelar a pacíficos activistas ha sido una vergüenza, con más razón cuando existen criminales de guerra con plena libertad para acudir a actos benéficos. Pero es el miedo al miedo, el pavor a lo inesperado (amigos, la vida es inesperada, sino no es vida) el que vende, coacciona y deforma nuestro prisma vital. Actos como los del -afortunadamente- ridículo aspirante a terrorista que consiguió atentar contra sus propios calzoncillos nos devuelven al universo orwelliano, rendidos a una lucha sin cuartel contra enemigos inexistentes. ¡Cuidado con la gente de Greenpeace! ¡Be careful con PETA, no suframos un ataque al corazón por ver medio pecho al descubierto!.
Los actos pacíficos, realizados por y para un mundo mejor, aunque no siempre sean legales, pueden ser lícitos. En Cooliflower nos congratulamos sin duda por la liberación de los activistas, pero sobre todo por el impulso que la noticia ha dado al insulso acuerdo desacuerdo de Copenhague… Y es alentador conocer que Greenpeace aumentó un 20% el número de nuevos socios. Ahora, en Cooliflower preferimos concienciar para evitar la necesidad de mártires. Tras miles de años de aprendizaje deberíamos saber actuar sin ellos.
* Do the Evolution, Pearl Jam