Los italianos continúan reforzando sus defensas en Bardia listos para plantar una defensa a ultranza frente a los británicos detrás de la cadena de fortines que rodea la principal zona portuaria. El General Wavell ha comunicado por telegrama a sus superiores lo siguiente: "Los italianos han decidido mantener Bardia y nuestros aviones de reconocimiento han sido atacados por las defensas... No debemos esperar rápidos progresos. Las defensas son fuertes, la situación de nuestros suministros es difícil y todos los vehículos muestran signos de desgaste. La fuerza aérea enemiga es superior en número... nuestros aviones necesitan tiempo para establecerse en aeródromos avanzados. "
Los británicos, por su parte, continúan agolpando tropas para el asalto definitivo, y hoy han incorporado al asedio a la recién llegada 6ª División australiana. 100 piezas de artillería británicas apuntan sus bocas de fuego contra Bardia, pero los británicos acusan una grave escasez de vehículos motorizados que han quedado inoperativos como resultado de los combates y del calor y la arena del desierto. Aunque desean conquistar Bardia lo antes posible, los británicos caminan con pies de plomo y no quieren arriesgarse al fracaso ni a sufrir graves pérdidas, sobre todo habida cuenta de que ésta será la primera operación en la que van a tomar parte los australianos.
Mientras tanto, el Comando Supremo italiano se prepara ante cualquier eventualidad, incluida la derrota en Libia, por muy imposible que parezca ante la férrea determinación de los soldados fascistas, y ha solicitado ayuda a la Wehrmacht en Cirenaica en la forma de apoyo logístico y el envío de una división panzer. Las últimas medidas militares adoptadas por el Führer contemplan el auxilio del aliado italiano tanto en Grecia como en Libia, aunque ambas operaciones se verían comprometidas en el caso de que la proyectada invasión de la Unión Soviética llegue a fraguarse.
Viva il Duce!Vinceremo!