Italia y los últimos partido de la fase de grupos en la Euro

Italia pendiente de lo suyo (Irlanda) y de lo que pase en el otro partido entre España y Croacia donde esos pactos de los que nunca sabemos nada pero los que siempre sospecharemos podrían dejarles fuera. Es una lástima que el equipo italiano más alegre, agresivo y dominante de los últimos años tenga que sufrir como ellos hicieron sufrir cuando practicaban un juego más... no, mejor dicho, menos vistoso. Parece que el destino les quiera gastar una broma de mal gusto a la Squadra Azzurra.
Porque si desde la concentración y el país se sospecha mucho de que España se deje llevar para 'quitarse' a Italia de encima a la primera oportunidad, sería también mala suerte que en una competición donde, aunque parezca imposible, sólo se ha producido hasta ahora ese pacto tácito entre dos rivales para eliminar a un tercero donde fue Italia la perjudicada. No hay que viajar mucho en el tiempo, fue en la Eurocopa de Portugal en 2004, cuando el equipo dirigido por aquel entonces por el que será su rival hoy, Giovanni Trappatoni, cayó en el Grupo C junto a Bulgaria, Dinamarca y Suecia. 
Un inicio poco acorde con su historia con dos empates ante los nórdicos le presentaba en una situación idéntica a la de hoy, donde un empate a dos entre los daneses y los suecos haría inútil cualquier resultado de ellos ante la débil Bulgaria. ¿Os acordáis qué ocurrió aquella tarde en Oporto?

Pero si bien este ha sido el único 'pasteleo' en la historia de la Eurocopa, también otro empate en la última jornada de grupos perjudicó a Italia aunque de diferente forma. Fue en la Eurocopa de 1980 con un formato diferente al de ahora donde desde la fase de grupos salían los finalistas. Los transalpinos fueron encuadrados en el Grupo 2 con Inglaterra, España y Bélgica copiando los resultados de los belgas con un empate y una victoria, presentando ese partido final entre Italia y Bélgica por una plaza en la final como una semifinal al uso. Los belgas, parecieron vestirse de azzurri esa tarde ya que trataron de mantener su portería a cero como primerísima opción: el empate sin goles les clasificaba para la gran final y si por alguna de aquellas consiguiera un gol en una contra, la presión sería insoportable para Italia. Al final un empate a cero que enviaba a Italia a un poco motivador partido por la tercera plaza ante Checoslovaquia. Tampoco parecieron muy contentos con una actuación arbitral que no pareció asustarse por 'perjudicar' a los anfitriones. Un recuerdo que pronto caería en el olvido del colectivo cuando dos años después se hicieron con su tercera Copa del Mundo.

¿Se producirá esta noche el tercer episodio negro de Italia en las Eurocopas?