Iteuve para circular por 2012

Publicado el 29 diciembre 2011 por Carmentxu

Hoy ha sido día de examen, no de conciencia, aunque por qué no. Llega el fin del año y, casi sin darnos cuenta, hacemos revisión a ver si estamos listos para transitar por el que viene sin convertirnos en un peligro para el tráfico ni caer tirados en la cuneta. Eso hemos hecho esta mañana mi coche y yo. Él se ha portado muy bien en su revisión anual: ya es todo un adulto, tiene 14 años y apenas unas muescas en el chásis que recuerdan antiguas batallas. Los órganos funcionan muy bien, aunque con el normal desgaste de las articulaciones. Yo también me he puesto de alguna manera a prueba: mis nervios concretamente. No sé por qué me pone tan nerviosa someter el coche a la iteuve. Supongo que empatizo y creo que es a mí a quien valoran. Circular por las carreteras secundarias, incluso por las calles de mi ciudad, es mucho más peligroso que estar en un frío hangar en punto muerto mientras oyes: “ponga primera, retroceda, frene, el intermitente, el líquido limpiador (¡no llevo!: dejo la limpieza a la madre naturaleza). Hoy, esa madre se había quedado a gusto sobre mi coche. Eso me pasa por aparcarlo bajo un árbol. Al final, creo que apruebo la iteuve porque damos lástima: mi coche y yo. De vuelta, ya más tranquila, en mi coche pequeño, viejecito ya y abollado, he conseguido templar los nervios e, incluso, alcanzar un estado de alivio desconocido a estas horas de la mañana.

Tan animosa me he sentido, que he encabezado una cabalgata indignada. Iba yo sola al principio, pero enseguida se han unido varios camiones de gran tonelaje, alguna furgoneta y hasta dos audis. Iba esta improvisada y sincera cabalgata contra lo que se empieza ya a olisquear en diarios y telediarios, contra la Casa Real y sus reales asignaciones a cuenta de todos, contra los recortes a traición (para el pueblo pero sin el pueblo), contra los desahucios cobardes y los sastrecillos corruptos, contra los cargos de la Sanidad catalana que lideran holdings sanitarios privados y se lucran de ambos y contra los que dictan que no es incompatible ser juez y parte.