IU y la Mezquita

Publicado el 13 mayo 2014 por Alejandropumarino

Izquierda Unida, que ya ha anunciado que pedirá que la Catedral-Mezquita de Córdoba acoja el rito musulmán nada más ser expropiada a la Iglesia, añade una nota más a su campaña contra la Iglesia Católica. Ahora y mientras se prepara para pedir en el Senado que termine el régimen fiscal de la Iglesia en la Mezquita-Catedral, se ha sabido que intentó en 2013 disfrutar del privilegio de no pagar ni un euro de Impuesto de Bienes Inmuebles por las siete sedes que tiene en propiedad en Córdoba capital. Es lo mismo que condena cuando se trata de la Iglesia que, como ninguna otra confesión religiosa, lo paga.

No lo consiguió porque la administración regida por el PP consideró que no hay ninguna parte de la legislación que diga expresamente que los partidos no pagan IBI. IU pidió la exención del IBI para su sede central de la calle Ambrosio de Morales y las ubicadas en la calle Pintor Peñalosa, en Travesía de la Acequia (Alcolea), Acera de la Iglesia (barriada del Ángel), Pintor Monroy, Veredón de los Frailes y calle Ancha (Santa Cruz). En realidad, estos locales son del Partido Comunista, no de Izquierda Unida.

Es cierto que el progresismo militante nos tiene acostumbrados a paradojas que forman parte de su propia esencia, pero se superan ahora, no ya al pretender no pagar impuestos, beneficiándose de la misma situación que se aplica en nuestro país a todas las confesiones religiosas, sino que se restituya el culto musulmán en la antigua Mezquita de Córdoba.

El buenismo de Izquierda Unida no está exento de cierto grado de perversión, como es la persecución sistemática a la Iglesia Católica, tratando, no de defender la libertad religiosa, sino de imponer el laicismo como nuevo dogma de fe, o en su defecto, defendiendo cultos alternativos, como es el caso. España es un país de tradición católica y actualmente laico; pese a la aberración arquitectónica que supuso la edificación de una catedral cristiana en el interior del templo, carece de sentido renunciar a nuestras costumbres para dedicar una joya arquitectónica a un culto minoritario. Claro que para muchos activistas que llevan por bandera el progresismo, la libertad consiste en reventar misas cristianas mientras se ofrece el beneplácito de la tolerancia a religiones pacifistas como la de tantos radicales islamistas que condenan la homosexualidad, defienden la yihad y consideran inferior a la mujer. Spain is different.