Aun así, siempre que se pueda hay que correr en casa y apoyar el deporte local, así que tras recoger a mi padre y aparcar en una de las calles laterales a la bajada, nos dirigimos a la salida.
Estuvimos charlando con amigos y compañeros del club mientras los niños y las categorías inferiores realizaban sus recorridos y me comentaron que ya el año pasado cambió ligeramente el recorrido.
A diferencia de la primera edición, donde aún íbamos con mascarilla al estar saliendo de la pandemia, nos tuvimos que llevar los dorsales impresos de casa y corrimos de uno en uno, las salidas ya son de cuatro en cuatro y por orden alfabético.
En este aspecto, hubiese sido interesante hacerlo por orden de inscripción, ya que así, si dos amigos se apuntan a la vez, saben que es muy probable que les toque correr en la misma tanda.
En mi caso, al apellidarme como mi padre (como es lógico), salimos juntos, junto a Enrique Cano, del Camina, Corre o Revienta.
Entre el esfuerzo y el calor, que era notable, ya notaba el sabor a sangre en la garganta, que se acentuaba conforme me impulsaba colina arriba.
Las piernas flaqueaban y tocaba empujar con todo lo que tenía, pero en algunos segmentos ni apretando los dientes conseguía mantener el ritmo.
Conforme ascendía el aire era más y más caliente y la humedad insoportable, no recordaba que en anteriores ediciones me costase tanto recorrer esos 1510 metros de recorrido; aunque también llegaba más en forma...
Alcanzados los corredores de la tirada previa a la mía comenzaba a divisar a algunos de la tirada anterior, así que sabiendo que estaba ya casi arriba, me dejé lo poco que me quedaba en el caracoleo de final de sendero.
6:05, peor marca de las tres participaciones por poco, ya que en la primera edición paré el crono en 6:04 y en la segunda lo hice en 5:48.
Tras coger un botellín de agua tibia de mano de uno de los voluntarios bajé la cuesta sin prisa camino a la salida y allí estuve charlando con Riccardo, que ganó la edición del año pasado con 5:35 y era el claro favorito para revalidar el primer puesto.
Fue de los últimos (si no el último) corredor en salir, al apellidarse Trovato y a juzgar por el ritmo, sabía que de nuevo se haría con la carrera, como hizo al final con un tiempo de 5:38.
Pese a estar lejos de mi mejor tiempo acabé satisfecho porque sabía que no podía haberlo hecho mejor que lo que lo hice y claramente Riccardo y Jaime, con su subida de 5:57 lo hicieron mejor, así que estuve encantado de poder acompañarles en la tercera posición del podio.