“No puedo pasar un solo día sin leer un poema, o sin oler la poesía”
Sin dejar de agradecer tales regalos, nos habló de la génesis de su obra, y de cómo la lectura de Mario Benedetti la encaminó hacia la poesía, porque se reconocía en los poemas del autor uruguayo, y tuvo la certeza de que aquellos versos hablaban de ella, de cuestiones tan cercanas que le llevaron a compartir el mismo camino creativo de la literatura. Igualmente, coincidía con el poeta Billy Collins al señalar que la poesía es una coordenada vital, y que consiste en individualizar y percibir el mundo de una manera peculiar, diferente a la percepción que tenemos de él el resto de los días. Y es que todos estamos mucho más cerca de la poesía de lo que creemos.
Tanto los alumnos como los profesores presentes le lanzaron unas cuantas preguntas acerca de quiénes inspiran sus versos, y ella nos leyó varios poemas a través de los cuales pudimos conocer a Juan, Rocío e Iván, pero también la evolución que experimentó, tras retirarse a vivir junto al mar (de ahí su admiración por el azul de los paisajes naturales en los que encontrar la paz) y regresar de nuevo a la ciudad. En definitiva, nos habló con sus versos de todos aquellos que la reinventan cada día, estando a su alrededor, y que la enriquecen y le otorgan ese aura primaveral que destila.