Iván Ferreiro vuelve la vista atrás en Valladolid

Ivan Ferreiro al pìano.
Fotografías de Doc Pastor.

Ayer, viernes 21 de octubre, el cantante gallego Iván Ferreiro presentó su último disco en la Cúpula del Milenio, en el ciclo ‘Valladolid Vive la Música’. 
Hace tan solo cuatro meses que el que fue líder de Los Piratas visitó nuestra ciudad para presentar su trabajo ‘Picnic extraterrestre’. Ahora ha regresado para tocar las canciones de su nuevo álbum ‘Confesiones de un artista de mierda´, título que hace referencia a la novela de Philip K. Dick. Pero vuelve a la ciudad del Pisuerga para tocar a una hora más temprana y a un precio más elevado de lo que están acostumbrados sus fans.

Este doble CD salió a la venta el 18 de octubre y está grabado en directo en Madrid. Cuenta con las colaboraciones de Suso Saiz, Pablo Novoa, Xoel López y Santi Balmes, cantante de Love of Lesbian. Por lo tanto, el concierto de anoche fue una cita indispensable para todos sus seguidores.

Pocos minutos pasaban de las 21 horas cuando Iván Ferreiro apareció en el escenario abrigado con sudadera y bufanda de rayas que no aguantó puestas más de tres acordes. El público, que no llegó a llenar la Cúpula, lo recibió con fuertes aplausos.

El ex-líder de Los Piratas

Tras la primera canción se dirigió al público que le esperaba expectante pero bastante tranquilo en el balón, y dedicó el concierto a la Paz. Haciendo referencia de esta forma a la noticia que ese día llenaba los periódicos, anunciando el abandono de las armas por parte de la banda terrorista ETA. Ubicó el futuro de la violencia en el arte, diciendo que ojalá solo la encontrásemos en los videojuegos, en el cine y en las novelas.Cuando llegó la hora de Ciudadano A, los asistentes que habían permanecido la mayor parte del tiempo parados observando, comenzaron a corear cuando Ferreiro les ofreció el micrófono. Y el bajo abandonó su lugar para acompañar al batería haciendo vibrar toda la esfera.

Gael Pintos a la batería

Con Promesas y El equilibrio es imposible la entrega por parte de los pucelanos fue total. Con un característico LA comenzó la nueva versión de Turnedo. Y alguna canción después, el artista que había estado o cantando de pie acompañando la performance con sus característicos gestos o sentado al teclado, pasó a acompañar al batería a cuatro manos. Después de esto dice que ya se despiden y el público que a pesar de llevar una hora y media de concierto no se lo cree, estalla en silbidos. 

La petición unánime no tardó mucho en cumplirse e Iván volvió solo al escenario para tocar sentado al teclado algunas canciones más. Luego presentó a su hermano, Amaro Ferreiro y éste volvió a salir para acompañarle.

 

Amaro Ferreiro
Llegadas las dos horas en las que habían cantado las 14 canciones del nuevo proyecto (entre ellas dos inéditas) y otras canciones de la historia musical de Ferreiro con las que el público no pudo evitar emocionarse, volvieron a marcharse. Esta vez el auditorio fue más directo y en vez de silbar gritaron la típica petición de “otra”. Y de nuevo todo el grupo regresó para cantar algunas canciones más.

Cabría destacar que la música estaba quizá demasiado alta o que la acústica del espacio es demasiado potente y eclipsaba en ocasiones las letras de las canciones, dejando la voz del vocalista en un segundo plano. 

Fue un directo cargado de fuerza y vitalidad donde se notaba que tanto el cantante como la banda, formada por Amaro Ferreiro y Emilio Sáiz a las guitarras, Pablo Novoa a los teclados y guitarras, Gael Pintos a la batería y Ricky Falkner al bajo, se entregaban al máximo y disfrutaban con su trabajo. Sobre todo el nuevo batería que demostró ser un gran fichaje para el grupo llenando el nuevo espacio de la ciudad con su ritmo.

Hace 20 años aproximadamente que Iván comenzó su trayectoria y, como se pudo comprobar anoche, ya tiene una gran lista de éxitos que pasarán a la historia de las grandes canciones.

Texto de Silvia Rodríguez Rico