El mediofondista de la metropolitana se lució en la jornada inaugural del atletismo de los Juegos Deportivos Nacionales.
Pablo Squella, su técnico, amigo y referente, lo mira con atención. Iván López se lanza. Y va… Y sigue… Corre. Mete. Le da. Aprieta. Apura en el remate… Y…
Sobre el rekortán del Estadio Nacional, el mediofondista de la Región Metropolitana hizo una carrera que rozó la perfección. “Creo que tuve miedo de llegar muerto a la meta y no ataqué todo lo que pude”, se lamentaría poco después de terminar primero en los 1.500 metros, la prueba más emocionante en la primera jornada del atletismo de los Juegos Deportivos Nacionales.
Pablo Squella es, además de técnico-amigo-referente de López, el poseedor del récord chileno de la distancia. Fue el 30 de julio de 1990, en la lejana Getxo, Bilbao, País Vasco, España, donde el ex atleta grabó su nombre en el mediofondo criollo con una marca de 3:39,01, la cual ha visto amenazada en varias ocasiones, pero que permanece estoica pese a los constantes ataques.
Con justicia se podría decir que López es el mejor candidato a borrar a Squella del mapa. De hecho, hoy con un poco más de decisión tal vez pudo haberlo hecho: paró los relojes a los 3:41,47, a poco más de dos segundos del registro de hace 23 años. “Fue la mejor carrera de mi vida. En otras ocasiones había hecho esta misma marca, pero llegaba muerto. Hoy terminé muy entero, me sentí increíble. Ahora me siento realmente preparado para romper el récord. Creo que ya soy un corredor de 3:37, sólo me falta demostrarlo en la pista”, analizó.
El oriundo de La Pintana tiene un sueño, y se lo imagina en un marco perfecto: “Quiero romper la marca en Chile, ojalá acá en el Estadio Nacional, con toda esta gente mirando. Habría sido lindo lograrlo hoy, pero quién sabe si puedo cumplirlo en los próximos Juegos Deportivos Nacionales. Apenas tengo 23 años, me quedan muchas carreras por correr y tarde o temprano pasará”.