Iván Wielikosielek, dos poemas

Por Griseldagarcia


Iván Wielikosielek

Mi padre el que va molido...


Mi padre

el que va molido rumbo al cementerio
el que va partido por el camino de los viejos troncos aserrados por leñadores
el que va desarmado rumbo a una chacarita de almas y de huesos
el que va hecho polvo porque ha sido un hombre y no está redimido
el que va hecho barro seco porque ha muerto y no está resucitado
el que va hecho arcilla cocida hecha polvo
arena de los tiempos en su bajo vientre agitando sus espermas
la simiente de mi sangre y de mis huesos
Mi padre
el que va rendido rumbo al patíbulo
el que será juzgado por los vivos y perdonado por los muertos
el que será condenado por su hijo niño y absuelto por ese mismo niño hecho hombre
el que será degollado con la hoz que guillotinó el sexo de su hijo
el que será crucificado en un madero hecho de troncos del pueblo y vivirá más allá
Mi padre armazón de huesos concéntricos desembocando en un sexo vacío
Mi padre calavera de mis sesos y sangre negra de mi agitada sangre
Mi padre
el que va degollado rumbo al matadero
el que va desangrado rumbo a la cópula de los muertos
el que va helado con su cuerpo sin sangre entre los cuerpos de los muertos
Mi padre con el viejo aroma a pinos y a jazmines
Mi padre con su cabeza de cabello azabache coronada de flores
Mi padre es el que me llama después de la medianoche cuando mi
cuerpo de niño duerme en las penumbras
Mi padre es el que ha muerto pero aún necesita torturarme porque lo necesito
Mi padre es el que ha matado a mi padre cuando cumplí los siete años
Mi padre con una guadaña de ferrocarril cercenando sus partes
Mi padre con una hoz clavada en punta bajo su vientre me mira desde el más allá
Mi padre
el que va perdido rumbo al gran foso de la noche ojo ciego del vacío
el que va hundido en la tierra húmeda de bielorrusia y de mi pueblo 
ojo ciego del vacío
el que va adormecido en el traqueteo del carro fúnebre por las calles
de tierra del ojo ciego del vacío
Mi padre boca húmeda que pronuncia mi nombre con asco
Mi padre manos de asesino que se aferran a mis manos porque
necesitan matarme y necesitan que lo vuelva a esta vida
Mi padre hoja seca quemándose en el cavario de sus huesos
Mi padre sexo masturbado en soledad en caída libre contra el ocaso
Mi padre ojos negros lustrados de oscuridad india y eslava clavándose
de odio contra los ojos de niño de su único hijo chiflado de nacimiento
Mi padre sostén servil para su propio padre y carne de dolor para los derrotados
Mi padre quien no ha muerto en mí y es una voz como un cáncer en mi alma
Mi padre que me odia y me necesita y me aborrece y me redime
Mi padre
el que va transido rumbo a la muerte de cada noche en lo más hondo
de mi consciencia desposándose en un orgasmo con La Peste
que tiene las formas de las nalgas de mi madre
Mi padre rodando calles abajo
hundido varias vidas abajo
cayendo tantas muertes abajo
Mi padre con un pañuelo ensangrentado de ir al dentista se ahorcó anoche
y su cabeza coronada de flores es como un busto de negro azabache
Mi padre el que se fue
Mi padre…
Ahorcado de pena bajo las ramas de los abedules
Ahorcado de culpa como un condenado a despreciar a su hijo en esta vida
Ahorcado de odio contra la simiente de sus huesos
Ahorcado de asco contra el rostro de su hijo
Ahorcado de furia con sus nudosas manos como el nudo de una horca
Ahorcado de crimen con su sangriento trapo rojo
Ahorcado de vértigo y de hambre sexual por las mujeres de mi pueblo
Ahorcado de vibración sensorial en su bajo vientre con espermas a mil grados de enfermedad
Ahorcado de miedo de pánico de hambre de NADA
Ahorcado de infinito hecho deseo condensado
Ahorcado de tristeza eslava que busca el caos desenroscándose al vacío
Ahorcado de dolor por lo perdido y por lo que nunca más vendrá
Ahorcado de vergüenza por lo que sembraron sus huesos
Ahorcado por su niñez trastocada en quilos de leña cargados sobre
sus hombros de siete años bajo los golpes de su padre y la renuncia de su dignidad
Mi padre
el que me decía que de niño iba remendado al colegio y de alpargatas entre los chicos del pueblo
Mi padre
el que varias veces me golpeó y también golpeó a mi madre y la violó reiteradas veces ante mis narices
Mi padre
el mismo que alguna vez lloró ante mí mostrando sus hondos ojos
azabaches cuando ante nuestros ojos helados de julio había
muerto su padre simiente de sus huesos y de mi tristeza
llevándose a la tumba sus ojos grises de bielorusia
Mi padre se ahorcó anoche
con un sangriento trapo rojo de asfixiar animales
con un sangriento trapo rojo de detener hemorragias
con un sangriento trapo rojo en donde puede envolverse aún su rojo corazón
como el hígado de una vaca
como las vísceras de una gallina destripada
como la vulva de mi madre sangrando en el parto
Mi padre con sus impulsos del sur y sus ojos asesinos y su mirada de niño apaleado
Mi padre con todo su asco hacia mí y a las familias
se ahorcó anoche
Mi padre
el que va molido rumbo al cementerio


Si es que aún tenemos algo


Madre

vos que sabés mejor que nadie que la pobreza es nuestra hermana
abrile la puerta esta noche y hacela pasar
y dejala entrar a casa

y no te dé vergüenza por la cocina sucia o los muebles destruidos

ni por el baño roto y sucio
ni por nuestras vidas igualmente rotas y sucias
ni por el abuelo muerto de pena en la pieza por falta de esperanzas
porque esta hermana comprende

y si la locura ha hecho un nido en tu cabeza y en mis manos

y si las ganas de partir
de no quedarse
de conocer y de soñar
nos ha enloquecido la vista y trastornado las ansias
y si tanta angustia de niño triste y de mujer divorciada
nos ha poseído nuestras almas
de nada sirve tratar de ocultarlo esta noche

que pase la hermana pobreza por la galería verde de portland

que entre
que se sienta cómoda con nuestra austeridad y nuestra neurosis
y dale de tomar agua del aljibe sin hervir
y dale de comer el pan que siempre se nos echó a perder en la bolsa de hacer los mandados
y convidale mate cocido del paquete de yerba polvoriento como nuestras sienes en las noches
ahora que ya no tenemos nada que perder)

y si las ansias de morir de una vez con un niño chiflado entre los brazos te ha poseído el alma

y si las ansias de hacerte el amor sobre el colchón mojado de cáncer en donde murió el abuelo
y terminar adentro tuyo y morder la sangre de tu ombligo me ha partido en dos mitades el sentimiento)
de nada sirve tratar de ocultarlo esta noche

Madre

vos que sabés mejor que nadie que la pobreza es nuestra hermana
no la tengas esperando en el viejo galpón de chapas en el granero con el tractor desarmado de tu nuevo marido y el cereal de las gallinas mojándose en una bolsa)
no la dejés pasar frío afuera
hacela pasar
que entre y que soporte el frío de adentro colándose por los huecos
y la lluvia colándose por las chapas de los techos en otoño
y la humedad de las paredes y el horror de vivir colándose por las grietas de tu piel y de mi sangre)

hacela pasar

que entre y soporte la enfermedad mental de nuestra casa cuando insultás a los santos o me decís "cómo no aborté antes de haberte parido a vos , preferí haber parido a una víbora venenosa antes que a ésto"
que pase la hermana pobreza por la galería verde de portland
y que se entere de estas cosas
por si no sabe aún que ella misma también es todas estas cosas
y mucho más que las horas que pasábamos en el pueblo por las noches
vos yendo y viniendo al baño semidesnuda y bajándote los calzones en la puerta y diciéndome que tenés sistitis)
y yo con viejas revistas "antena" y unos libros de la conquista del espacio tratando de leer o de dormir
pero pensando siempre en Drácula chupándole la sangre a las mujeres del pueblo
y prendiéndose a tu vagina mientras menstruabas
y después vos que me llamabas para mostrarme el inodoro con el agua escarlata y me decías "¿ves ese coágulo, hijo? es como una papa inmensa y vieja, v¿es hijo? eso es lo que tiene tu madre adentro")

y si las ganas de partir y de ser otros

y si las ganas de no habernos conocido nunca
ni de haber compartido jamás este loquero encubierto bajo el hechizo de nuestras obsesiones en una misma y desgraciada casa bajo el nombre de "familia" para que las autoridades no nos metieran presos)
y si las ganas de no haber llegado jamás a compartir esa otra casa más grande bajo el nombre de "loquero")
me ha partido la juventud y la infancia en dos mitades
entonces de nada sirve tratar de ocultarlo esta noche

y no más gente entrando a verte a vos a casa

y no más niños viniendo a buscar a tu pequeño hijo entrando a verte a vos a casa
y no más la grandilocuencia y la envidia y la lengua de las amigas que vienen a ver tu miseria y a refregarte en tus narices enrojecidas por el llanto la pequeña burguesía decadente de los pueblos entrando a verte a vos a casa)

y no más la gente que viene a ver en vivo y en directo las telarañas y las paredes grises y desconchadas con tumores de humedad y de miseria para reírse de nosotros a nuestras espaldas mientras te dicen que sos una desgraciada entrando a verte a vos a casa)

pero aún tenemos los viejos sillones de fierros oxidados para ese jardín con asador que nunca pudiste construir y en ellos se puede sentar nuestra hermana)

pero aún tenemos el viejo juego de cacerolas que un tío te regaló para tu casamiento veintiséis años atrás cuando era más joven y tenía traje y corbata y hoy se está muriendo de cáncer en un hospital público con la esposa muerta hace poco en su memoria sin que sus hijos lo vayan a visitar y ahí podemos hervir el puchero de caracú a nuestra hermana)

pero aún tenemos la vieja soga de la ropa y también el galpón algo inservible y ya no hay pieza en la casa que no se llueva para los huéspedes)

pero sí hay en cambio un viejo colchón de dos plazas estampado de humedad y forro verde con flores desteñidas en donde murió el abuelo y estirándolo en el piso nos podemos acostar en él nuestra hermana pobreza y yo cuando otra vez caiga la densa noche de los pueblos)

porque también deseo hacer el amor con ella
y si es posible dejarla preñada por igual de miseria de neurosis y de amor sano y de amor insano y de mis quejidos y de mis gritos de niño salvaje corriendo por el campo
pero aún tenemos un juego de tazas cachadas y varias cajas con revistas de cocina y recetas que llevan ricota y salmón que nunca pudiste comprar
esas revistas que fuiste juntando a lo largo de los años de tu angustia y esos papeles en donde copiabas de la radio y me hacías callar y yo gritaba más fuerte entonces y me reía y vos me decías otra vez que mejor habría sido parir a las cloacas y no hacia el mundo
pero ya dije todo esto y no vale la pena repetirlo
y ahí tenés todos esos papeles con recetas
ese diario íntimo de tu soledad y tu dolor en dosis de harina leudante y media taza de azúcar y dos claras batidas a punto nieve y una pizca de orégano y sal y pimienta a gusto)

No Madre

esta no es la forma de tratar a las visitas
a nuestra hermana
a nuestra tumba

y si los ojos están cavados por el horror y la locura no te pido que sonrías

tan sólo mirá claro
y si la boca está fruncida en amargos pliegues decadentes no te pido que sonrías
tan sólo mirá hondo

No Madre

No

aún tenemos algo más que la miseria guardada en la alacena con cucarachas

esa alacena que colgó una vez mi padre que era carpintero
y tras colocarla ustedes discutieron
y él te pegó
y luego te cojió
y vos gozabas
y él me dijo
"salí de acá vos"
y yo me fui y vos gemías
y ahí está la alacena vieja con las planchas de panelco podridas
y la neurosis y la miseria guardadas en los tarros de leche nido

pero aún tenemos algo más que el dolor de haber vivido así

pero aún tenemos algo más
y todo lo que alguna vez esperábamos de la vida podremos devolverlo en estos momentos a nuestra invitada que aún espera tras la puerta podrida y sin traba de la galería
que aún espera tras la puerta de maderas sin lijar del corralón que hice una vez a los dieciséis años cuando tía nos dijo que no se podía vivir sin tener siquiera una puerta en el corralón
que aún espera tras el viejo portón de rejas oxidadas que da a la calle y que otra tía hizo sacar para vender porque dice que es de ella y que nosotros no tenemos derecho siquiera a pasar por ese su propio patio para entrar a casa

qué más era lo que esperábamos esta noche

qué más

Madre

vos que sabés mejor que nadie que la pobreza es nuestra hermana
abrile la puerta y hacela pasar
y dejala entrar porque aún espera afuera
y es tan tímida y vergonzosa como nosotros mismos

ella nos pagará con algo de dolor compartido en estos últimos días

y ese dolor que tuvimos siempre
y la locura que anidó en mis dedos y en tus sienes también será compartida
y todas nuestras ansias serán más soportables esta noche si es que aún tenemos algo
Madre
si es que aún tenemos algo

Septiembre 1996
Para mi madreque junto a mí aprendió a sangrary despuésno paró nunca más
Iván Wielikosielek (Ballesteros, Córdoba, 1971), Poesía 1995- 2000. Biblioteca Virtual BEAT 57.