Artista: iX
Álbum: Ora Pro Nobis
Año: 2007
Género: Progresivo ecléctico
Nacionalidad: Venezuela
Duración: 54:36
Este es un proyecto en solitario del tecladista de Témpano, Giuglio Cesare Della Noce, cuyo nombre es casi tan rimbombante como la multitud de ideas que se acumulan dentro de este álbum y que pugnan por hacer explosión una tras otra.
Es reconfortante encontrar un proyecto de este tipo, en el que se mezclan prog sinfónico, sonidos latinos, jazz, electrónica, avant-garde, voces sampleadas, etc. y que todo se cohesione perfectamente como un todo.Es un disco que, a la primera escucha te atrapa, porque te lleva desde unas plegarias religiosas (como el título del álbum lo indica), y que no hacen más que asustarte pues parecen sacadas directamente de algún pasaje de "El Exorcista", pasando por una pieza muy de jazz rock con aire latino como "The Expert" en la que incorpora elementos de ambient y jazz junto con una miríada de voces sampleadas, para después entregarnos a los brazos de la cálida voz de Edith Salazar en "Ocaso". La trompeta de Nayin Paiva nos despierta luego, cual diana, para caer inmersos en los aires marciales de "Hombres Honorables" la que incorpora, además de la ya mencionada trompeta, solos de guitarra muy buenos y un ritmo marcial que de pronto nos recuerda a "Bolero" de Ravel. Después de la tormenta y sonidos de entierro con que esta pieza finaliza, entramos literalmente a un mundo inanimado, creado por los sonidos de "Radiante", una tremenda pieza de avant-garde que tiene de todo: mucha electrónica, sampleos de cuanto cosa hay, ambient, coros reales, etc. Delirante.
¡Y qué contraste logra imponernos con las voces nativas con que abre "Warriors"! Guitarra española, bronces, percusión latina, piano, un bajo notable y la hermosa voz de la Salazar -junto al incansable apoyo de los "ruiditos" electrónicos- dan vida a esta pieza que transcurre luego al alero de solos de guitarra muy "santanescos" y violines sintetizados.
"The Promised Mind", por su parte, quiso ser una gran pieza y no lo logró... A mi parecer, una agrupación de sonidos (algunos de ellos demasiado sintéticos), que no logran encajar, que no tienen un hilo conductor, como fue el caso del ritmo en "Hombres Honorables", más aún con unos melifluos violines y coros sintéticos propios de una película de Disney. Un tema descartable.
La final "Invocando la Luz" nos recuerda un poco esos gospel que vemos siempre en películas y opera en el sentido que Della Noce quiso darle: corolario del viaje espiritual que plantea en este muy buen disco.
Y ahora vienen las palabras asombradas de nuestro eterno columnista involuntario de siempre, que siempre tiene algo para decir:
iX es el nombre de otro proyecto lateral a Témpano, gestado y dirigido por Giuglio Cesare Della Noce: con esto se une a su compañero Gerardo Ubieda, quien hace un par de años lanzó al mercado su muy interesante álbum “God’s Garden” bajo el seudónimo de Odrareg. iX ofrece una propuesta más variopinta, la misma que se encarna en este disco “Ora Pro Nobis” sin ningún tipo de timidez. Sin querer para nada aminorar o relativizar la valía artística individual de Della Noce, me atrevo a diagnosticar que este teclista es una de las principales fuentes de osadía estilística en el desenvolvimiento de la bizarra visión progresiva de Témpano. Aquí encontramos recursos, alternados o yuxtapuestos, de la academia tradicional, la vanguardista, el rock melódico, el jazz, lo ambiental, lo electrónico, sampleos de narraciones y palabras sueltas, matices minimalistas, y orquestaciones multicolores propias de la fastuosidad rock-sinfónica. El precio que paga Della Noce es el de arriesgarse a generar un cuadro musical no totalmente cohesivo en el espectro integral, pero sin duda la escucha de este disco supone un viaje supremamente interesante para el oyente verdaderamente aventurero.César Inca
La introducción homónima consiste en un rezo latín al que pronto se le unen tambores marciales y perturbadores sonidos semejantes a los de un tétrico aquelarre absorto en un momento peculiar de histeria. Lo tétrico deja paso a lo majestuoso con ‘The Expert’, una pieza articulada sobre una base de jazz-prog donde la pomposidad exhibida por los teclados aborda un esquema donde confluyen lo sinfónico y la fusión (incluyendo mágicos fraseos de guitarra española): en muchos sentidos, esta pieza tiene una sonoridad emparentada con la que plasmó Témpano en su magnífico concept-disc “The Agony & the Ecstasy”, aunque esta pieza resalta los contrastes a través de las variantes. ‘Seven Pillars of Wisdom’ va por un camino parecido, aunque esta vez el énfasis está en la psicodelia electrónica, con claros tintes de inquietud extravagante. Este tema es algo que podría componer la gente de Ozric Tentacles después de pasar una tarde escuchando discos de Art Zoyd y Univers Zero. Con el final de ‘Seven Pillars of Wisdom’ llegamos a un clímax particular del disco, por lo que la breve sonata de piano titulada ‘Keyla’ supone todo un cambio de dirección hacia la melancolía encapsulada en su propia contemplación distante. Esta dirección se completa con la estilizada balada rock ‘Ocaso’. La voz de Edith Salazar le da un aire adicional en clave soul al tema a través de su bien definido desarrollo.
‘Hombres Honorables’ y ‘Radiante’ conforman sendos picos del disco, y como vienen seguidos, conforman otro clímax del disco. ‘Hombres Honorables’ es todo un viaje musical intenso y exquisito, articulado en torno a texturas tan sombrías e imponentes a la vez, que me recuerda muchas veces al Alter Crying del “De Profundis” – el énfasis en lo ceremonioso inteligentemente evita que la pieza caiga en la saturación. La tendencia chamber-rock expuesta por ahora concluye con ruidos de lluvia tormentosa, los cuales abren la puerta a ‘Radiante’, una pieza con una estructura aun más bizarra que la precedente. Su dinámica esencial consiste en una serie aleatoria de adornos y capas de sintetizadores, corales y efectos, en un ejercicio de vanguardia visceral. Hay momentos en los que parece que el paisaje sonoro se hunde gradualmente en el silencio, mientras que en otros se producen erupciones opresivas puramente opresivas. ‘Warriors’ y ‘The Promised Mind’ regresan al sendero del sinfonismo empapado en aromas jazz-rock y fusión: el primero contiene aires arabescos-aflamencados en medio de sus solemnes desarrollos melódicos, mientras que el segundo está prioritariamente concentrado en ambientaciones alegres. Ambos temas tienen un aire de familia inconfundible con la música de Témpano. ‘Invocando a la Luz’ es una canción semi-lenta que cierra el disco, con una sencilla estructura melódica pero lo suficientemente ornamentada como para resultar llamativa a los oídos del melómano típicamente progresivo. Tal vez los ornamentos de esta pieza de cierre sean producto del arrastre que lleva de los dos temas precedentes – en todo caso, se trata de una secuencia bien hilada que se corresponde con la diversidad focalizada de “Ora Pro Nobis”. iX es una prueba definitiva del genio y talante productivo de la gente de Témpano para la vigencia del progresivo, ya sea en conjunto o por separado.
En resumen, un experimento gratificante de este maduro músico venezolano. Recomendable sobreto para los que están acostumbrados y gusten de los extraños experimentos sonoros.
Pueden escucharlo desde su espacio en Bandcamp:
https://ixdellanoce.bandcamp.com/album/ora-pro-nobis
Lista de Temas:
1. Ora Pro Nobis (1:53)
2. The Expert (3:41)
3. Seven Pillars Of Wisdom (6:30)
4. Keyla (2:11)
5. Ocaso (4:48)
6. Hombres Honorables (8:24)
7. Radiante (7:53)
8. Warriors (5:56)
9. The Promised Mind (8:49)
10. Invocando A La Luz (4:31)
Alineación:
- Giuglio Cesare Della Noce / teclado, arreglos
Invitados:
Sandor Bassi / percusión
Miguel Ángel Echevarreneta / bajo, guitarra española, guitarra eléctrica
Julio d’Hers / batería
Pedro Castillo / guitarras eléctricas, voz
Gerardo Ubieda / batería
Leonardo Córdova / batería
Nayin Paiva / trompeta
Isabel Roch / trombones
Ricardo Parra / batería
Johann Mena / bajo, guitarras eléctricas
Franklin Holland / guitarra eléctrica
Eduardo de Abreu / guitarra eléctrica
Damián Mejicano / guitarra eléctrica
Ramón Perruelo / armónica
Kreils / guitarra acústica
Edith Salazar y María Lucía Carrizo de Della Noce / corales
José Vicente Ziegler / voz
Carola Landaeta / voz