La actividad política de la militancia de extrema izquierda del 65 al 82 a pesar de su escaso número, fue muy importante, logrando contener y empujar constantemente al PCE y PSOE mas allá, hasta el punto de en bastantes ocasiones ‘torcer la rama al otro lado’, lo suficiente como para que la resultante de la Transición no fuera totalmente continuista, pero las fuerzas radicales quedaron lejos de los objetivos revolucionarios expresados en sus documentos, lo cual lleva a preguntarse ¿por qué? Una de las respuestas debería ser: Porque éramos muy pocos. Éramos muy pocos en relación: al conjunto de los que se enfrentaban al franquismo por mejorar sus condiciones de vida, pero no por la revolución, éramos muy pocos en relación a los comunistas del PCE. Y pocos en relación a los socialistas, en principio bastante dispersos en multitud de grupúsculos sin apenas presencia en las luchas obreras y vecinales, salvo algunos pequeños núcleos en el norte: Pero los diversos grupos y militantes socialistas fueron muy influyentes en sectores de la Administración, empresariado, pequeña burguesía, profesionales, comunicación… Guy Hermet en su obra ‘Los comunistas en España’ cifra la militancia del PCE en 1968/69 entre 5.000 y 10.000 en el interior, en España, se basa en documentación interna, en informes de la CIA, y en ‘Spain. The Gentle Anarchy, de Benjamín Welles, New York F.A. Praeger. 1965, p 206’. En el libro cita a Carrillo, el cual habla en un mitin de 35.000 militantes, contando el exterior; en la misma obra Hermet cifra la suma de PC-ml y PC (internacional), en 1.000/1.500, sumando la emigración. [1] Jorge de Esteban y Luis López en ‘Los partidos políticos en la España actual’ se inclinan por la cifra de 5.000 militantes para el PCE, antes de la muerte de Franco, citando como fuente a Paul Preston[2]. Nicolás Sartorius en ‘La memoria insumisa’ da cifras del PSOE, para el XII Congreso en 1972, de 2.216 afiliados, y para el de Suresnes dos años después, en 1974, de 2.584 afiliados.[3] Para el primer congreso celebrado por el PSOE en el interior en 1976, Jorge de Esteban y Luis López en el libro citado dan la cifra de 8.000 miembros. La militancia fue más dura y reducida en los ‘60 que posteriormente y no encontramos las mismas dificultades en los años 1970 al 75, que después, en los que hubo mayor permisividad social y legal, en parte lograda por las luchas sociales y la transición a la democracia, ello explica la existencia de más de un centenar de siglas de partidos, grupos, coordinadoras, sindicatos, agrupaciones…. Detenciones, palizas, cárcel y despidos se produjeron con mayor dureza durante la vida del dictador, aunque después en la transición también estuvieran presentes, no es posible olvidar los 250 muertos, asesinados por grupos ultraderechistas y por represión policial, en manifestaciones y huelgas, calles y despachos, por hacer una pintada o repartir panfletos[4]… En los años 1975, 76, 77 aumentó la militancia, en 1977 se legalizan los sindicatos y se produce una explosión de afiliaciones, es un período de efervescencia movilizadora, coincide una gran crisis política, primeros pasos de reforma, final de etapa desarrollista, la crisis del petróleo, continuos topes salariales, crisis industrial… para quien estaba dentro todo parecía posible. Pero las luchas duraban días, a veces semanas, muy pocas, meses, la movilización de los mismos individuos era ocasional, los activistas pasaban de unos a otros momentos y lugares, considerar todas las personas movilizadas como militantes radicales organizados establemente resultaba exagerado.
Los resultados de las elecciones 1977 son un choque de sueños contra realidad. 535.000 fueron los votos sumados de la izquierda radical que se presentó a elecciones, -otros defendieron abstención-, el PCE obtuvo 1.709.890 votos. Así fueron analizados los resultados por Octubre-Unión ML en la Revista ‘Manifiesto nº 31, julio de 1977’[5]. ‘’El PSOE ha alcanzado el 28% de los votos y el 33% de escaños. En términos absolutos cinco millones largos de votos…
Varios factores han concurrido: El PSOE no es un partido desconocido para la pequeña burguesía y la clase obrera, históricamente ha sido el partido de base obrera de mayor importancia hasta 1939. Aunque prácticamente desaparecido de la escena política hasta 1973 ha recogido una tradición y un recuerdo de su presencia política que sólo por la vía electoral se podía manifestar ya que no ha sido un partido de lucha.
Así prácticamente han coincidido los triunfos electorales del PSOE en 1977 con los obtenidos en las votaciones del Frente Popular de 1936,… EI apoyo económico de la social democracia, fundamentalmente de la alemana ha sido decisivo para permitir desarrollar una campaña electoral amplia con presencia en todo el Estado y con las técnicas publicitarias que el marketing po1ítico exige a estos partidos electoralistas…
Existe un último aspecto que ha privilegiado al PSOE y es la influencia de la ideología burguesa en el seno de amplios sectores populares que están imbuidos de las ideas burguesas del socialismo moderado, del anticomunismo…’’
El PCE ha obtenido 1.700.000, en Madrid 245.000 …/… En Madrid los resultados electorales (de la izquierda radical) han sido:
Candidatura de los Trabajadores de Madrid. (ORT)………. 14.781 Frente Democrático de Izquierdas. (PT). ……………………… 12.694 Candidatura Unidad Popular. (MC, MS, PCT)………………….. 5.078 Frente por la Unidad de los Trabajadores. (LCR, OIC, AC)… 3.001’’
El Equipo de La Vanguardia, cuantifica para el año 1977, en 4.000 los afiliados de LCR; 30.000 los del PCE y 20.000 los del PSUC; y 30.000 para el PSOE[6]. Tezanos cifra en 51.552 los militantes del PSOE para 1977[7]. En torno a las primeras elecciones celebradas en 1977, el PTE y ORT conjuntamente, podían sumar 15.000 militantes, según Joaquín Aramburu del PTE; Andy Durgan, de MC, asigna 7.000 efectivos a MC; Wilhelmi da para LCR 3.500 militantes, 100 de ellos en Madrid y para OIC bastantes menos, asignará al MC 200 militantes mas 200 simpatizantes en Madrid, y 500 al PTE. Joel Sans en la obra citada, estima una cifra conjunta de entre 25/30.000 militantes la suma de PTE+ORT+MC+LCR+OIC[8]. Comienza el desencanto entre la militancia radical, que se agravará tras las elecciones de 1979 en las que el conjunto de izquierda radical que participó en las mismas obtuvo un número y proporción total de voto similar, 500.000 votos, mientras, el PCE logró 1.938.487 votos. Siempre hubo trasvases de militantes de unos a otros partidos, aspecto que podría influir en engordar las cifras al ser contados doblemente las mismas personas en dos partidos diferentes; momentos puntuales que aceleraron los procesos fueron: la disolución del FLP en 1969, situación que provocó la difusión de militantes a diversos partidos; y después de las elecciones de 1977, los trasvases de militancia entre grupos socialistas y el abandono de parte de la militancia de izquierda radical que reforzarán al PSOE. Jorge Esteban en el libro ‘Los partidos políticos en la España actual’[9], cifra en pocos cientos los cuadros de: HASI, LAIA, ANV, ESB, conjunto que forman Herri Batasuna tras 1980; citando ‘La Calle’ para el PSUC da la cifra de 40.000 militantes en 1977 cayendo hasta 20.000 en 1980; unos 110.000 militantes para el PSOE en 1981. Y José Ramón Montero sitúa la máxima de militancia del PCE en 1981, con 160.000 militantes. Michael Buse da las siguientes cifras de militantes en 1982; PSOE 107.000; PCE 200.000; PTE+ORT 18.000; PCOE 9.000; ERC, EE 7.000 cada; LCR 6.000; HB, MC y UPG 5.000 cada formación; PST 1.000; PC ml 1.000[10]. En 1982 los sueños revolucionarios de muchos militantes radicales se desvanecen. Por aquellos años se extendió el debate sobre ‘’la crisis del marxismo’’, uno de cuyos aspectos aquí se tradujo por el derrumbe de las concepciones revolucionarias clásicas, Stalin, Lenin, Mao…; la vía democrático burguesa fue imparable, chocan bruscamente los textos programáticos de las organizaciones revolucionarias con la práctica política de aquellos momentos, y se desploma la concepción del partido como núcleo de élite dirigente y representante del sujeto revolucionario, la clase obrera.
En aquellos momentos la clase obrera se diluyó apoyando a partidos centristas y socialdemócratas, y a los partidos derechistas; al tiempo florecieron otros sectores progresistas, contraculturales, que rompen la idea de militancia comunista, equivalente a un compromiso redentor y de entrega en entera disposición a la causa, cuya idea era común a muchas militancias de las organizaciones radicales de la época.
[1] Hermet,Guy, ‘Los comunistas en España'. Ruedo Ibérico. 1972 en castellano. [2] Esteban, Jorge de y López Guerra, Luis. ‘Los partidos políticos en la España actual’. Editorial Planeta 1982. [3] Sartorius, Nicolás, y Alfaya, Javier, ‘La memoria insumisa. Sobre la dictadura de Franco’. Espasa 1999. [4]Sobre represión y asesinatos en la transición pueden verse: Wilhelmi., Gonzalo, ‘Las otras víctimas de una transición nada pacífica’. Universidad Autónoma de Madrid; Sánchez- Cuenca, Ignacio, ‘La violencia terrorista en la transición española a la democracia’. Instituto Juan March y Universidad Complutense; Aguilar, Paloma, ‘Justicia, Política y Memoria. Los legados del franquismo en la transición española.’. Estudio/Working Paper 2001/163. Febrero2001; López, V. Antonio, ‘Memoria de la transición española. Lecturas contra el olvido’. (Periodo 1976-1980); Garí, Domingo, ‘Tanatopolítica bajo el franquismo y la transición.’ Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea, separata nº 12; ‘Todas las víctimas del terrorismo’. Documentos para la historia- Documentos para la paz. Tomo VIII... (1975-2004)
[5]Revista ‘Manifiesto nº 31 de julio 1977, ‘Análisis político de las elecciones’. http://octubre-ucco.blogspot.com.es/p/1977-elecciones-generales.html [6] González, Grases y Pujol, Villafané, ‘Las elecciones del cambio’. Paza y Janés. 1977. [7] Tezanos, José Felix,‘Estructura y dinámica de la afiliación socialista en España’. Revista de Estudios Políticos (Nueva Época). Núra. 23, Septiembre-Octubre 1981. [8] Laiz Castro, Consuelo, ‘La izquierda radical en España durante la transición a la democracia’. Tesis. Universidad Complutense de Madrid. Y obras citadas de Sans Joel y Wilhelmi Gonzalo [9]Esteban, Jorge de, y López Guerra, Luis, ‘Los partidos políticos en la España actual’.. Editorial Planeta 1982. [10] Buse, Michael, ‘La nueva democracia española’. Unión Editorial. 1984