Izquierda Unida pierde el control de los activistas del antiguo 15 M

La mayoría de las asociaciones y agrupaciones ciudadanas que formaron parte del 15 M y otras muchas plataformas similares, donde hay nutridos grupos de jóvenes activistas y rebeldes, todos ellos enfrentados al poder político actual, están desligándose de Izquierda Unida, un partido que quiere controlar esos movimientos de la calle y que ha empleado gran energía en infiltrarlos y manejarlos. El pasado 14 de diciembre, en el Ateneo de Madrid, se reunieron muchos representantes de esos movimientos y decidieron desligarse de Izquierda Unida y caminar unidos, sin la tutela de partido político alguno, hacia las elecciones próximas, para la que quieren crear una gran plataforma electoral que aglutine a la mayoría de los movimientos ciudadanos descontentos con la degeneración y la injusticia reinantes en la política española.

Izquierda Unida está perdiendo una batalla crucial para sus intereses, en la que había desplegado varias estrategias convergentes, entre ellas las que capitanean Julio Anguita y Gaspar Llamazares, ambas orientadas a controlar los movimientos de jóvenes rebeldes que dominan las calles. El objetivo de Izquierda Unida es utilizar a los grupos como fuerza de choque en las calles, mientras promueven una abstención en la ciudadanía, una medida que ellos creen que les beneficiará porque, mientras la abstención priva de votos a los grandes partidos, los votantes de IU, siempre fieles y disciplinados, seguirán votándoles a ellos, le que les llevaría a un notable crecimiento electoral.

Los comunistas han hecho todo lo posible por evitar que esos movimientos se independicen, que rechacen su tutela y que opten por la vía electoral, argumentando con fuerza que esa estrategia "rompe la unidad de la izquierda", pero la mayoría del activismo ciudadano, impregnados de ecologismo, democracia participativa y descontentos con el comportamiento de los partidos políticos, a los que culpan de los grandes males de España, han decidido avanzar unidos y con independencia para regenerar una política española que, según ellos, bajo la influencia de los que hoy ocupan los sillones del Congreso, está condenada a ser corrupta, antidemocrática e injusta..

Los grupos infiltrados y de obediencia comunistason cada día menos y más débiles, derrotados por el rechazo generalizado de los españoles a los partidos políticos. Sin embargo, todavía realizarán un intento de resistir y renacer, para lo cual se reunirán el próximo día 22 de diciembre.

La reunión de los independientes en Madrid, el pasado 14 de diciembre, decidió crear una gran plataforma nacional que, respetando las libertades y estilos de cada grupo, los reúna en una estrategia común que pretende ganarse la adhesión de ese 80 por ciento de la población española que rechaza la política actual, desconfían de los partidos, rechaza a los políticos y aspira a una regeneración profunda del país, que se plasme en una sociedad mas justa y en una clase política menos corrupta, mas al servicio del bien común, menos encuadrada en partidos verticales y elitistas y mas democrática, justa, decente.

Los dos párrafos siguientes extraídos de los acuerdos del 14 de diciembre son claros y resumen perfectamente el cambio a una estrategia de lucha electoral democrática y la búsqueda de una unión a nivel de toda España:

"Los grupos y colectivos, reunidos en Asamblea el 14 de Diciembre en Madrid, manifiestan, su firme voluntad de consensuar una alianza de carácter temporal que trabaje en el desarrollo de una Plataforma Electoral Unitaria y Ciudadana, para que a partir de los próximos comicios, actúe como una sola voz para cambiar las actuales reglas del juego".

"Tenemos que proponer, con el resto de iniciativas que trabajan en la misma dirección, una unión real, diversa, transparente y horizontal, para que al final del proceso se forme una sola y única candidatura ciudadana. Nadie tiene que ir, nadie tiene que venir, pero tenemos que confluir en el menor tiempo posible".