T.O.: J. Edgar. 2011.Malpaso Productions. Director: Clint Eastwood. Guión: Dustin Lance Black. Reparto: J. Edgar Hoover (Leonardo Di Caprio), Armie Hammer (Clyde Tolson), Helen Gandy (Naomi Watts), Charles Lindbergh (Josh Lucas), Annie Hoover (Judi Dench).
La nueva película de Clint Eastwood nos cuenta la vida de uno de los hombres más poderosos del siglo XX en E.E.U.U., el fundador del FBI J. Edgar Hoover. La película nos va introduciendo en los inicos de Hoover en los servicios de seguridad de su país y cómo poco a poco, a través de su agencia federal, se va haciendo con información que le colocará a la cabeza de su país, controlando a todo aquél que se sitúe en las más altas esferas.
Clint Eastwood es un magnífico cineasta y construye aquí un interesante y logrado biopic sobre una de las figuras más polémicas de la historia norteamericana. Pero hay algo que se nota en todas las películas del director y que en J. Edgar se vuelve a plasmar, y es ese interés de Eastwood por el lado más turbio, el más polémico o el más controvertido de los hechos que quiere narrar. Así, acudimos a una biografía algo turbulenta sobre un personaje que hizo mucho más de lo que se plasma en la peli. Pués la descripción de Eastwood nos dibuja a una persona no muy segura de sí misma, algo paranoica, celosa, homosexual, reprimida, débil, fanática, racista, etc. etc. etc. Es muy posible que todas estas características estuviesen en la personalidad de Hoover, pero no creo que tan acentuadas como se presentan en la película. El hecho de centrarse en estos datos sobre esta persona nos construyen una imagen muy alejada de lo que el director del FBI debía infundir en sus amigos y en sus adversarios.
El film está centrado en los aspectos más controvertidos de este personaje y por ello Eastwood también es posible que esté cometiendo un pequeño error al dar por hecho ciertos aspectos que nunca pudieron ser demostrados debido precisamente a la desaparición de los archivos personales de J. Edgar Hoover. Otra nota negativa del film es el que pase por alto o deje en segundo plano historias mucho más interesantes donde se vió implicado Hoover y que conforman los momentos más logrados y entretenidos del film, como pueden ser el caso Lindbergh, la guerra contra los gánsters y atracadores o sus enfrentamientos contra los presidentes que quisieron quitarle del cargo.
Leonardo Di Caprio está genial, dando vida al fundador del FBI desde sus orígenes. Uno de los méritos es que en ciertas secuencias hace que nos olvidemos de su maquillaje. Sus cambios de carácter y su difícil personalidad las refleja con credibilidad, sin embargo tira mucho de oficio y su Hoover se acaba pareciendo al Howard Hughes de El aviador. Por otro lado, el maquillaje del actor secundario Clyde Tolson es tan espeluznante que provoca auténtico rechazo en el espectador e irremediables sonrisas cada vez que aparece en pantalla. Un error, que en películas de estos presupuestos, no deberían permitirse. Una buena película, pero no de las mejores de Eastwood.
(6´5/10)