¡¡¡Ya estoy de vuelta!!! Y no sabes las ganas que tenía de volver a escribirte (tengo un montón de temas agolpándose en mi cabeza queriendo ver la luz), pero he estado de lo más ocupada y aquí puedes ver el porqué. No obstante, no he abandonado mis “proyectos” personales y, entre ellos, mis pasitos hacia una vida más natural. Hoy te traigo una receta de jabón líquido de caléndula y manzanilla que te va a encantar, porque lo puedes usar como gel de ducha, jabón de manos o champú.
La receta base para el jabón líquido es bien sencilla:
- Una taza llena de jabón rallado (puedes hacerlo con la receta de jabón casero que verás aquí)
- Un litro de agua (o infusión, o leche…)
Así que para el jabón líquido de caléndula y manzanilla, basta con:
- Hacer 1 litro de infusión con estas plantas (manzanilla y caléndula).
- Colar la infusión y poner a fuego lento.
- Añadir el jabón rallado y mover muy despacio para evitar que salgan burbujas.
- Dejar que el jabón se deshaga moviendo de vez en cuando y procurando que NUNCA HIERVA.
- Una vez deshecho el jabón, reposar hasta que enfríe.
Puede ser que la mezcla, cuando se haya enfriado, quede muy líquida o muy espesa (a mi me pasó lo segundo porque puse demasiado jabón), basta con añadir más jabón para espesar o más líquido para lo contrario y volver a poner al fuego. Como a mi no me quedaba infusión, le puse media taza de leche, que además le aporta hidratación.
La caléndula y la manzanilla tienen muy buenas propiedades para el cuidado de la piel (pincha en sus nombres para conocer un poco más) y las puedes encontrar en bolsa en tu herbolario sin problemas.
También puedes añadir una buena cucharada de miel mientras se deshace el jabón que le da aroma y tiene propiedades muy similares a la caléndula.
¡¡Como ves, una receta para un jabón natural bien sencilla y asequible que te encantará!!
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